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Músicas viajeras

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74º Festival Internacional de Música y Danza de Granada (día 8). Música de cámara.

Jueves 26 de junio, 22:00 horas. Patio de Los Mármoles (Hospital Real). De al-Ándalus a Isfahán. Accademia del PiacereConstantinople. Músicas del Renacimiento español y de los imperios persa y otomano de los siglos XV y XVI. Fotos propias y ©Fermín Rodríguez.

Es asombroso el caso la Accademia del Piacere y cómo se puede pasar en un día de un programa complejo como el vivido en el Palacio de Carlos V a este en el Patio de Los Mármoles (Hospital Real), si bien es cierto que la complejidad de uno no tiene nada que ver con esta fusión entre Oriente y Occidente donde la calidad de los músicos les permite afrontar un concierto «llevadero», con mucha improvisación y unas obras que estos intérpretes llevan años transitando. Podría comparar este recital con una jam session renacentista donde todos los músicos tuvieron su protagonismo, sus solos y las «ruedas» que transitan entre los cuatro acordes básicos de la tonalidad (I-IV-V–I) aunque no llegaría como tal hasta el barroco posterior.

La presentación en la web del Festival ya dejaba claras la «línea programática» de la formación hoy en trío de Fami Alqhai con el cuarteto Constantinople:

Fusiones mediterráneas
«Dos conjuntos occidentales creados por dos músicos originarios de Oriente Próximo: Fahmi Alqhai nació en Sevilla, pero su familia es de Siria, donde él vivió de niño; Kiya Tabassian nació en Irán, pero desde adolescente reside en Canadá. Se reúnen en un proyecto que ha sido ya testado con gran éxito. Accademia del Piacere, el grupo de Alqhai, se presenta en formación básica de trío de violas da gamba; Constantinople lo hace como cuarteto. La música antigua europea se cruza aquí con las tradiciones orientales (persa y otomana, esencialmente) para un recorrido que tiene al Mediterráneo como la gran corriente que cohesionó sus orillas y propició un mestizaje cultural sin el que no se entendería el mundo moderno».

En tiempos convulsos para las tierras de donde provienen estos músicos, al menos nos queda la certeza que el patrimonio cultural se mantendrá por mucho que las guerras destruyan, y la esperanza de que más hermanamientos y fusiones como las de estas composiciones, muchas de transmisión oral que los especialistas y musicólogos han preservado en papel desde manuscritos desenterrados en monasterios y bibliotecas de palacios como el de Topkapi o los archivos catedralicios hispanos.

El trío de violas de gamba (Fahmi Alqhai, Rami Alqhai y Johanna Rose) son el sustento de unas músicas más cercanas a la monodia acompañada que a la polifonía, aunque comparta ambas, y si Fahmi «cantaba» era Rami quien realizaba el bordón o Johanna los «contracantos». Increíbles el setar de Kiya Tabassian, cómo sacar tanta música de un instrumento de cuatro cuerdas que igual rasgeaba que punteaba, y el maravilloso kanun de Didem Basar, una especie de cítara que no solo aportaba una tímbrica especial a este orgánico tan especial, también sus ornamentos a esa monodia instrumental que en los temas persas lo hacía con la voz de Tabassian. En este tránsito de oriente a occidente me recordó ese viaje de la tonada asturiana con o sin gaita, desde esa Persia hasta Marruecos, los cantos de los muecines en el alminar, el salto a Sevilla, los orígenes del cante flamenco y finalizar el trayecto por la originalmente romana Ruta de la Plata hasta mi tierra, del Mediterráneo al Cantábrico.

Los melismas, estilo de canto y acompañamiento instrumental son de la misma sangre, una transhumancia musical de la que todos han bebido. Y no puede faltar una excelente percusión, dos instrumentistas (Patrick Graham y Hamin Honari) que utilizaron desde los djembé y darbukas hasta un surtido «set» con panderos, panderetas, sonajas y mucho más, el necesario empuje rítmico pero también de amplio color, las pinceladas sonoras tan ancestrales que enriquecen unas obras de por sí monótonas (por lo repetitivas) y que solamente la tímbrica las hace men0s «aburridas», precisamente por el planteamiento de improvisar sobre unas melodías que se pierden en el túnel del tiempo.

Dejo a continuación las notas al programa firmadas por Juan Ramón Lara:

De al-Ándalus a Isfahán

«En 1582, Argote de Molina editó en Sevilla Embajada a Tamorlán, el extraordinario libro de viajes que escribiera Ruy González de Clavijo a inicios del siglo XV en el que narra su viaje junto al fraile dominico Alfonso Páez de Santamaría como embajadores del rey Enrique III de Castilla, hasta la corte del mítico Tamerlán: desde Cádiz a Samarcanda, con travesías tan deslumbrantes como Constantinopla o Persia. Por los mismos años de la publicación del sevillano Argote, el príncipe persa Uruch Beg, luego conocido como don Juan de Persia, hacía el viaje inverso desde Oriente a Europa, partiendo de Isfahán para establecerse en Castilla tras visitar las grandes cortes europeas.

Lejos de ser viajes aislados, estas embajadas fueron signo de los tiempos de una verdadera protoglobalización, la misma tendencia que empujó a Portugal a atravesar los océanos de oeste a este en busca del comercio con Oriente, y luego a Colón y Magallanes a cruzarlos en sentido contrario y cerrar el círculo del gran globo. Tales viajes no solo pusieron en contacto a los poderes de Oriente y Occidente, sino a culturas que, aunque lejanas, siempre mantuvieron cordones de contacto en la literatura, las artes y la música, empujando a la primera gran oleada de migraciones e intercambios multiculturales que unieron al mundo.

Inspirados en esos relatos, los conjuntos Constantinople –con sede en Montreal, Canadá, y dirigido desde el setar por Kiya Tabassian, nacido en la vieja Persia– y Accademia del Piacere –dirigido por el violagambista sevillano de origen sirio-palestino Fahmi Alqhai– se sumergen en las músicas del Renacimiento español y los Imperios persa y otomano de los siglos XV y XVI desde un marco narrativo basado en los textos de González de Clavijo y don Juan de Persia, para recorrer los viajes y las exploraciones cruzadas de estos dos viajeros a través de la música. Para ello, parten de manuscritos de los palacios sevillanos y castellanos de la Edad de Oro de la música española: un tiempo aquí llamado Renacimiento, pero igualmente prolífico para los músicos de las cortes persas y de todo el Imperio otomano, de quienes toman igualmente como materia prima musical los manuscritos desenterrados en monasterios y bibliotecas de palacios, como el de Topkapi de Constantinopla. Músicas modales de uno y otro mundo, obras maestras de esencias afines desde al-Ándalus a Isfahán, serán puestas en común por la mirada contemporánea de Alqhai y Tabassian».

No entraré a comentar cada obra del programa, tan solo destacar los proyectos de la Accademia del Piacere que lidera Fahmi Alqhai. Sus raíces y genes les llevan a la interculturalidad desde el conocimiento de cada música con un guiño actual que tiende a la mixtura o fusión. En el repertorio de nuestros Guerrero, Mudarra, Fuenllana o Santiago de Murcia son capaces desde el respeto a los originales, darles «una vuelta de tuerca» y traerlos a nuestro tiempo para acercarlos tanto a nuevos públicos como a los fieles seguidores en estos años.

Y unirse a esta Constantinople afincada en Canadá es otro paso más. Si Estambul es la puerta de Asia, parece que en un mundo ideal sin fronteras en cualquier territorio se pueden llevar y mantener  las tradiciones y el folklore, entendido como la cultura del pueblo (que incluye música, gastronomía, ropajes y costumbres… la llamada etnografía). No entenderíamos lo que cantaba Tabassian a capella o con las ornamentaciones del kanun y los diálogos con Fami, pero el orgánico elegido para ello, así como su expresividad en estos cantos persas, transmitieron un lamento que la música hace comprensible. Más de hora y media con bis incluido que deleitaron estos mármoles sin una silla libre y toda mi admiración por proyectos como este imperial persa, otomano e hispano de los siglos XV y XVI, de Isfahán a al-Ándalus, y si me apuran llegando hasta la Castilla que arrancase primero en el Reino Astur de esta piel de toro.

INTÉRPRETES:

Accademia del Piacere

Fahmi Alqhai, Rami Alqhai y Johanna Rose, violas da gamba

Constantinople

Kiya Tabassian, setar y voz

Didem Basar, kanun

Patrick Graham y Hamin Honari, percusión

PROGRAMA:

De al-Ándalus a Isfahán

Panj-gâh pishrow / Anónimo persa (s. XVI): Golestan

Anónimo / Fahmi Alqhai: Glosa sobre el canto llano Pange Lingua

Pishrow Mohayer / Osul Duyek / Anónimo persa (s. XVI): Ghome Ajam & Pir-e Mey Foroush

Francisco Guerrero (1528-1599) / Fahmi Alqhai:  Si tus penas no pruebo y su glosa

Luis de Narváez (c. 1500-1552): Diferencias de Conde Claros

Aga Mu’men (c. 1580-1640):  Nikriz Pishrow

Alonso de Mudarra (c. 1510-1580): Fantasia que contrahaze la harpa en la manera de Ludovico

Alonso de Mudarra / Fahmi Alqhai: Romanescas

Dimitrie Cantemir (1673-1723): Buzurg

Miguel de Fuenllana (c. 1500-1579): Fecit potentiam & Fantasia 37

Santiago de Murcia (1673-1739) / Fahmi Alqhai: Fandango

Kiya Tabassian: Chavosh

Danza y música desde el origen

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74º Festival Internacional de Música y Danza de Granada (día 7). Danza.

Miércoles 25 de junio, 22:00 horas. Palacio de Carlos V. Ballet Flamenco de Andalucía / Accademia Piacere, Patricia Guerrero (dirección artística y coreográfica BFA), Fahmi Alqhai (dirección musical, composiciones y arreglos). Origen: La Semilla de los Tiempos. Quiteria Muñoz (soprano), Amparo Lagares Díaz (cantaora), Dani de Morón (guitarra flamenca). Fotos propias y ©Fermín Rodríguez.

Tercer año en Granada, tercera noche de danza en mi séptimo día de la 74ª edición de Festival internacional volviendo a unir de música y danza con el Ballet Flamenco de Andalucía y la Accademia del Piaccere, una de las formaciones que han cambiado la forma de afrontar el Barroco con propuestas tan originales como estos Orígenes, verdaderamente La semilla del tiempo. La presentación en la web de este nuevo espectáculo ya lo avanzaba:

Complicidad creativa
Fahmi Alqhai y Patricia Guerrero, dos referentes indiscutibles de la música y la danza actuales, retoman su complicidad creativa y empeño en proyectar al futuro las tradiciones andaluzas de la música y la danza. En Origen buscarán las semillas que nos ha legado el Siglo de Oro, sembradas en los bailes flamencos por jácaras y pasacalles, marionas y zarabandas que muestran evidencias históricas irrebatibles de sus inequívocos compases y rasgueos de guitarra barroca. Este nuevo espectáculo se nutre de nuestra historia y la recorre de pasado a presente y viceversa, en una rapsodia que proyecta al siglo XXI la fuerza del génesis de estas danzas. El poder en escena del Ballet Flamenco de Andalucía, y los sones histórico-vanguardistas de la Accademia del Piacere serán conducidos por la sensibilidad creativa de estos dos grandes artistas de nuestro tiempo.

Nuevas generaciones que insuflan de aire fresco repertorios de siempre, sin etiquetas, el disfrute de la música y la danza en feliz convivencia directa e irrepetible, aunque ya lo pude disfrutar en el canal ARTE, pero los espectáculos en vivo y además en la Alhambra, son únicos. Y otro lleno en una noche con duende barroco, con un órgano en solitario para abrir la sesión, escena sencilla con varios prismas de distintos tamaños, un bailarín abriendo solo, deambulando la escena y comienzo musical acompañado de una flamenca guitarra barroca tras la que entraría la Accademia con la soprano valenciana Quiteria Muñoz (que «descubrí» con ellos en su último CD) para ajustar una amplificación que mejoraría en dos estrofas de la trócola, para relevarse con un inmenso Dani de Morón a la guitarra flamenca, primera fusión junto al cuerpo de baile taconeando y latiendo a unísono.

Vestuario en tonos gris perla y un ballet jugando y transitando por los prismas mientras el ensemble (ubicabado atrás en una tarima) dialogaba entre siglos uniendo músicas y coreografías más que flamencas de genuino baile español. Combinaciones, movimiento escénico aprovechando el pasillo trasero de columnas para circular. Capítulos marcados por las músicas, «locura», jácaras, marionas, músicas de ida y vuelta, de oriente y occidente que transitaron mares y océanos con Andalucía de punto de partida y una Sevilla capital del comercio además de exportadora de nuestra música. Fahmi Alqhai como su hermano Rami representan como pocos  esta interculturalidad que han sabido volcar en sus programas, y este Origen es buena prueba de ello, enriquecido con Patricia Guerrero al frente del Ballet Flamenco de Andalucía (BFA).

Abundantes y enriquecedoras las distintas notas al programa firmadas por el director de escena, el musical y la directora artística y coreográfica, que intercalo con mis comentarios.

Origen
Juan Dolores Caballero
En este mundo nuestro, miserablemente rico y deliberadamente plural, poblado por millones de seres únicos, entendemos y experimentamos la danza solo desde la emoción.

Es en la emoción y la memoria donde habitan personajes confinados y alejados de lo “normal”. No pertenecen a nuestra vida cotidiana, pero existen, viven a nuestro lado, sienten, escuchan, sufren… y luchan por reconstruir, con su memoria difuminada, aquello que llamamos vida, con su dicha y su miseria. Entre luces y sombras, al alba o de madrugada, con la ciudad muda y callada de fondo, emergen estos seres: desconocidos, arrinconados por siglos, excluidos de la luz. Sin artificios, en su estado más puro, coexistiendo en la búsqueda de su espacio esencial, se plantea Origen.

Este espectáculo parte de los espacios poéticos de la ciudad de Sevilla, de la memoria y el simbolismo, del espíritu barroco que cabalga junto al flamenco como expresión universal, unificados en un pensamiento poético.

La propuesta de Origen se inscribe en una ciudad que rezuma memoria, guardiana de huellas y marcas de energía. Es el objeto olvidado en la tienda de un anticuario, aquello que parece no servir para nada, pero que amontona historia, la historia de nuestra propia vida. Es el objeto que, en su abandono, se convierte en un pedúnculo del ser humano, hibridando la carne con la materia inorgánica, hasta negar así la función misma del objeto.

Los utensilios cobran un significado especial cuando las acciones se desarrollan en un espacio concreto, en la intersección entre la vida cotidiana y la ensoñación. Sevilla es la ciudad de la vivencia, de los espacios abiertos y cerrados, de los escondites, de la buhardilla y del sótano, pero, sobre todo, la ciudad de la existencia.

Origen busca compartir sentimientos y emociones en tiempos, formas y espacios ajenos a la normalidad, fusionando lo físico y lo mental, lo barroco y el flamenco, predisponiendo al público a sentir.

Trabajar la imagen barroca en el baile como sugerencia y la música como elemento subconsciente, como vehículo de la memoria, ayuda al espectador a comprender aquello que se agita en los rincones más recónditos de su existencia.

La propuesta de Origen surge de la estilización de la vida cotidiana en una Sevilla barroca. La convivencia entre ensoñación y realidad, sostenida sobre los hombros de lo vivido, será el referente esencial para contar nuestra historia. Un mundo metafórico que no suprime la referencia, sino que la altera, la desdobla y la desplaza, creando una ciudad de nuevo orden, donde el flamenco y la orquesta barroca dialogan.

Origen es la búsqueda de los espacios donde nuestra historia habita, donde música y compás seducen con el secreto desde el que se toman las decisiones. Y es también el reflejo de un mundo interno, de una ciudad que es espacio amado, espacio vivido. En ella, Patricia Guerrero y Fahmi Alqhai, acompañados por el Ballet Flamenco de Andalucía y Accademia del Piacere, exploran un pasado y un presente comunes a través de la música y la danza, vías universales de hermandad entre pueblos y culturas. Dos estilos que se abrazan y se funden, un camino común entre el flamenco y la tradición histórica de la música española, donde cada lugar y cada objeto guardan memoria y significado, testigos de vivencias que trascienden lo íntimo.

Al aprender a habitar la ciudad, también aprendemos a habitar nuestro interior. Los espacios están en nosotros, al igual que nosotros estamos en ellos. La ciudad es el lugar donde se crea la vida y donde también encuentra refugio, es el escenario de los sueños y los ensueños, de los recuerdos y las evocaciones.

Música y danza en feliz unión, con Quiteria «de locura» en escena, belleza más plasticidad vocal y corporal del ballet y sus solistas, flamenco en femenino con la guitarra cristalina y honda de Dani de Morón contestado y completado con el «cante de Fami» que nos transportaría sin cesura al oriente junto a la percusión de Agustín Diassera, velos inquietantes y de pronto la luz con tres bailarinas de miriñaques y mantones creando otra escena maravillosa que crecería en intensidad, como el vito de fandango rompiendo fronteras.

Siguiente cuadro con un sacerdote tocando dos campanillas y un tambor procesional, pasando al negro con una oración de saeta que pone la carne de gallina en la voz de la cantaora Amparo Lagares, coreografiando tras mover las estructuras prismáticas, que también hicieron de percusión, una espectacular semana santa de reclinatorios, virgen en trono, procesión con los vientos, crucificado de pasión sumándose el viento que participaría en una puesta en escena rica, elegante, emocionante, esencia destilada de una tradición aún viva que Sevilla como tantas ciudades españolas siguen viviendo cada año.. Un cuadro impactante donde las manos fueron imaginería pura antes de fusionar un solo de Fami y Patricia que parecía explicar un flamenco barroco natural.

Sobre la música
Fahmi Alqhai
La historia de la música española, como la de su cultura, es el resultado de un mestizaje profundo, donde sensibilidades opuestas han convergido a lo largo de los siglos: Oriente y Occidente, cristianismo e islam, el Viejo y el Nuevo Mundo. De esta fusión nace una identidad musical única que, en los siglos XVI y XVII, conquista el panorama europeo y configura un More Hispano, esencia de nuestra forma de sentir y expresar la música. Un magnífico ejemplo de este crisol de influencias es el flamenco.

En Origen, la semilla de los tiempos, emprendemos un viaje a través de nuestras raíces musicales. Partimos de la herencia árabe de al-Ándalus, que dejó su huella en nuestras melodías y modos, otorgándonos ya en el siglo XV una identidad sonora única, muy distinta a la del resto de Europa y germen de lo que hoy reconocemos como flamenco. Avanzamos después hacia otro punto clave de nuestro mestizaje cultural: el impacto del descubrimiento de América. Y es que la España imperial se entrelazó con los ritmos africanos de los esclavos y las tradiciones de los pueblos indígenas. De esta fusión nacieron las danzas que trajimos de vuelta, como guineos, chaconas, zarabandas y marionas, entre muchas otras.

Este espectáculo no busca reconstruir un sonido histórico, sino reimaginarlo desde una perspectiva contemporánea. La música dialoga con el flamenco para crear un lenguaje nuevo que trasciende sus elementos originales y da vida a una expresión inédita para el baile y la representación dramática. En definitiva, un
nuevo mestizaje donde lo antiguo y lo moderno se entrelazan para celebrar la esencia de nuestra cultura: la fusión de los opuestos.

Y como el día anterior, el paso del negro luctuoso al rojo pasión, intensidad festiva, baile de salón dieciochesco pero actual, unos vientos versallescos traídos a la corte hispana danzados con la pureza de nuestra tierra junto al cante blanco de Lagares. Protagonismos de ropajes trampantojados, faldas en ellos, pantalones en ellas, que danzando cobraban más sentido.

Sobre la coreografía
Patricia Guerrero
El lenguaje de la danza en Origen nace del mestizaje cultural que inspira la obra. Desde el flamenco, exploramos movimientos que evocan las danzas africanas, el folclore e incluso las refinadas danzas barrocas de los salones de época.
Es un trabajo enraizado en el conocimiento musical y la complejidad rítmica del flamenco, pero con una mirada que atraviesa el tiempo, conectando pasado y presente a través del cuerpo en movimiento.

Como final Con qué la lavaré de Quiteria cantando a un «cabezudo negro» (llegaría después el dúo con Amparo) y la guitarra flamenca, todo ropajes blancos evocando nuestras tierras de ultramar, la Cuba colonial, el mestizaje de la nota anterior, pueblos unidos con el Atlántico por el medio, sin obviar las culturas africanas que estaban en la misma raíz, un original cuarteto de máscaras, herencias rítmicas, hasta los difíciles zancos y todos danzando casi como un ritual de música evocadora que navegaba por el palacio antes de la fiesta del fandango coral que coronaría al cuerpo de baile en la reubicación de los prismas y una iluminación sencilla. Cuadro visual aplaudido pero faltaba rematar, despojarse de miriñaques lujosos hasta quedar en lo mínimo, pues «la gloria es efímera pero la memoria eterna», cenizas cantadas, tocadas y bailadas desde lo más profundo con la belleza de un espectáculo enorme.

La semilla se plantó y brotó porque nadie mejor que la Academia del placer con el BFA para recordar nuestros orígenes haciendo historia danzada en otra noche mágica desde una obra de arte total y un éxito atronador en una de las señas de identidad de este festival único por tanto

FICHA TÉCNICA

Fahmi Alqhai (dirección y viola da gamba) – Quiteria Muñoz (soprano) – Dani de Morón (guitarra flamenca)

Accademia del Piacere

Rami Alqhai (viola da gamba) – Johanna Rose (viola da gamba tenor) – Javier Núñez (clave y órgano) – Carles Blanch (guitarra barroca) – Jacobo Díaz (oboe barroco y chirimías) – David García (sacabuches) – Luis Castillo (fagot) – Laura Asensio (contrabajo) – Agustín Diassera (percusiones).

Ballet Flamenco de Andalucía

Patricia Guerrero (dirección y bailaora solista) – Amparo Lagares (cantaora) – Eduardo Leal (maestro repetidor).

Cuerpo de baile:

Adriana Gómez, Álvaro Aguilera, Ángel Fariña, Araceli Muñoz, Arturo Fajardo, Blanca Lorente, Claudia “La Debla”, David Vargas, Hugo Aguilar, Jasiel Nahin, Lucía “La Bronce”, María Carrasco, Sofía Suárez.

Fabián Romero, sonido.

Olga García, dirección técnica y luces.

Valentín Donaire, codirección técnica y técnico de luces.

Alejandra Gimeno, producción.

Rami Alqhai & Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, producción ejecutiva.

Fogosas pasiones

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Spain On Fire – Divine and human passions in the Spanish Baroque

Accademia del Piacere | Fahmi Alqhai | Quiteria Muñoz

CC 720018 – CD – Challenge Classics

Grabado en: Espacio Turina & Espacio Maravillas, Sevilla.

Productores: Rami Alqhai / Alqhai & Alqhai.
Mezclado por Andrés Torres & Jordi Gil (Sputnik Recording Studios) y Rami Alqhai. Masterizado por Jordi Gil. Ingeniero de sonido: Félix Vázquez.

Este viernes 7 de marzo sale a la venta el último trabajo de la formación de los hermanos Alqhai con el título de España en llamas. Pasiones humanas y divinas del Barroco Español, una grabación para el sello Challenge Records con difusión mundial y que recoge una selección de obras muy conocidas en nuestro tiempo, autores en la memoria de todo melómano, con una música barroca que sigue cada vez más actual llenando conciertos, y que muchas formaciones españolas están ayudado a mantenerlo vivo, como es el caso de la sevillana Accademia del Piacere que estarán llevando estos programas por distintos escenarios.

Entre las señas de identidad de Los Alqhai destaca su especial sonoridad con las violas de gamba, junto a un continuo de guitarra (igualmente solista) y clave acertados, más la percusión detallista y colorida que forman este ensamble siempre con el rico sentir mestizo desde sus orígenes palestinos hasta la Sevilla natal, el acercamiento a la música barroca española que no puede evadirse de la raíz flamenca en una retroalimentación de danzas inspiradoras, junto a la tradición romántica que ejerció España: la imagen de oscuridad y exotismo, el lugar en el que triunfaban las pasiones sobre la racionalidad, una tierra prometida en la que las emociones auguraban una vida intensa de esta Iberia que cautivó a tantos viajeros desde el siglo XIX hasta hoy en día, siendo este «On Fire» su banda sonora.

Hay que sumar al orgánico la voz de la experimentada soprano valenciana Quiteria Muñoz , de color y timbre ideal para este repertorio, muy expresiva en su línea de canto y de dicción clara, siempre bien arropada por una formación académica que en este programa, llevado al disco, el crítico Pablo J. Vayón ha calificado como «una fiesta popular para los sentidos».

Quince cortes, que detallo más abajo, alternando los temas vocales de Quiteria, sentidos, intimistas y hasta salerosos, con el acompañamiento del orgánico que tiene sus números instrumentales de protagonismos alternados en arreglos muy interesantes. Versiones propias de tiempos variados, canciones ‘populares’ y danzas que nos hacen mover los pies sin perder nunca el peculiar sello Alqhai, respetuoso y actualizado, perfecta fusión en el amplio sentido de la palabra.

Impecable la toma de sonido y una mezcla donde poder degustar cada detalle, con amplias dinámicas de un disco que espero siga sonando en vivo, acercándonos una música siempre actual, plenamente exportable y fácil de escuchar.

Dejo a continuación las notas del crítico, profesor, productor musical y violagambista Juan Ramón Lara, buen conocedor de estos músicos y repertorio, que explican muy bien el contenido de Spain On Fire:

«Durante siglos Europa miró a España con una mezcla de rechazo y fascinación, como un lugar oscuro, exótico y salvaje en el que las pasiones elementales del ser humano triunfaban sobre la racionalidad, pero también una tierra prometida en la que las emociones desbordadas prometían una vida intensa. Esa imagen se remonta al siglo XVII, cuando la moda à l’espagnole invadió la envarada corte de Versalles con una música pasional, preñada de glosas y libres improvisaciones, reflejo del fuego en el que ardía la España barroca. Sevilla era el vértice de esa España, como su puerto de Indias y paradigma de diversidad y duros contrastes: en ella se mezclaron, juntas y revueltas, la pobreza más lacerante con el despilfarro del oro de América, la brillantez intelectual con la censura, el puritanismo con la depravación… De ese picadillo de ideas y personas emergió una era dorada de las artes y de la música, que disfrutó de una riqueza de estilos y géneros deslumbrante y rara vez repetida: la vieja polifonía policoral en las iglesias, los tonos humanos en los palacios, las zarzuelas en los teatros, la guitarra de moda en los hogares y las barberías… Desde la Sevilla actual Accademia del Piacere y Fahmi Alqhai reviven esa apasionada música, los “lascivos bailes que parece que el demonio los ha sacado del infierno”, en palabras de Rodrigo Caro (1626), que desembarcaban en su puerto de manos de los esclavos procedentes de las colonias de América: zarabandas, pasacalles, chaconas “y otra gran tropa de este género” que pasaron pronto de las calles a los libros de guitarra y los entreactos teatrales, y de ahí a los salones de la aristocracia. Sus ritmos, muy “flamencos” formaron la base del folklore español, a la vez que sus acordes y ritmos, pasados por Vivaldi y Bach, pusieron el fundamento de lo que conocemos como música barroca».

Cortes:

HENRY DE BAILLY (1590-1637):
[1] Yo soy la locura

CARLES BLANCH (1993) / FAHMI ALQHAI (1976):
[2] Tarantela & Canarios

LUIS DE BRICEÑO (ca. 1610-1630):
[3] Ay, amor loco

GIOVANNI BATTISTA VITALI (1632-1692) / FAHMI ALQHAI:
[4] Glosa en canon sobre el Passa Galli de Vitali

ANTONIO DE CABEZÓN (1510-1566):
[5] Diferencias sobre el canto llano del cavallero

SANTIAGO DE MURCIA (1673-1739) / CARLES BLANCH:
[6] Folías gallegas

FAHMI ALQHAI:
[7] Folías de España

LUIS DE BRICEÑO:
[8] La bella Çelia que adora

ALONSO DE MUDARRA (1510-1580) / FAHMI ALQHAI:
[9] Glosa e improvisación sobre Conde Claros

JOSÉ MARÍN (1618-1699):
[10] Niña, como en tus mudanzas

ANTONIO MARTÍN Y COLL (1650-1734):
[11] Bayle del Gran Duque

[12] Flores de música (1706) – Pasacalles

MATEO FLECHA EL VIEJO (1481-1553):
La Negrina

[13] Florida estava la rosa

[14] San Sabeya, gugurumbé

ANÓNIMO / ANTONIO DE CABEZÓN:
[15] Himno Pange Lingua ‘More Hispano’ y su glosa

Duración total: 61:15

Músicos:

Accademia del Piacere

Fahmi Alqhai (arreglos, dirección musical, viola da gamba) – Quiteria Muñoz  (soprano).

Johanna Rose (viola de gamba) – Rami Alqhai (viola de gamba, violón) – Javier Núñez (clave) – Carles Blanch (guitarra barroca) – Agustín Diassera (percusión).

Una Colombina del siglo XXI

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«COLOMBINA». Music for the Dukes of Medina Sidonia. ACCADEMIA DEL PIACERE, FAHMI ALQHAI.

Sello Deutsche Harmonia Mundi / Sony Music. Referencia: 1 96587 24762 1.
Grabado en la Iglesia del Convento de San Pedro de Alcántara (Colegio Mayor La Luz), Sevilla, 9 al 11 de diciembre de 2021. ©2022. Ingeniero de grabación: Félix Vázquez & Rami Alqhai.
El día 15 de junio se presentaba la nueva grabación de los sevillanos Accademia del Piacere con Fahmi Alqhai al frente, esta vez gracias a una Beca Leonardo 2020, recuperando quince de las 95 obras que recoge el famoso «Cancionero de la Colombina», una colección de los «hits» del Duque de Medina Sidonia en el siglo XV, mayormente obras profanas (salvo doce religiosas), canciones, villancicos, romances, ensaladas, las formas musicales verdaderos éxitos del momento recuperados por los Alqhai y finalmente llevados al disco así como en las plataformas digitales.
Este manuscrito con la música de la llamada «Era del Descubrimiento» que gracias a Hernando Colón, segundo hijo del almirante, adquiriéndolo en 1534 y tras pasar por vicisitudes dignas de una película, se ha conservado en la Biblioteca Colombina de la Catedral de Sevilla, la patria de los hermanos Alqhai que siguen dándonos joyas como las de este último disco que sonará por toda Europa (como siempre más que en casa).
Partituras bien conservadas y caligrafiadas, documentos que reflejan la existencia por entonces del primer «Consort de violas de gamba» propio, según los trabajos de la musicóloga Lucía Gómez Fernández y vinculado con el Palacio de los Duques de Medina Sidonia, a las que los nuevos aires de la mal llamada interpretación historicista, le dan un toque de actualidad sin perder la esencia. Para leer con detenimiento sus notas en inglés, alemán y español, junto a las letras, son una auténtica aportación a la musicología española.
La Accademia del Piacere cumple 20 años y para esta grabación se presente con los siguientes intérpretes: en la parte vocal Alena Dantcheva (soprano), Gabriel Díaz (contratenor), Ariel Hernández (tenor), Jesús García Aréjula (barítono) y Javier Cuevas (bajo). Y en la instrumental los habituales encabezados por Rami Alqhai (viola de gamba, vihuela de arco), Johanna Rose (viola de gamba, vihuela de arco), Carles Blanch (vihuela, vihuela de mano), Marta Graziolino (arpa), Javier Núñez (órgano positivo), Pedro Estevan (percusión), Jacobo Díaz Giráldez (chirimía), David García (sacabuche), Luis Castillo (bajón), todos bajo la dirección de Fahmi Alqhai que también toca la viola quintón.
Con la mayoría de autores anónimos, es maravilloso cómo afrontan el inicio (Praeludium «La Spagna») en una progresión tímbrica desde el órgano, el repique de campanas y la aparición de todos con las violas de gamba y la masa vocal en una auténtica banda sonora de «La Sevilla renacentista» digna de una superproducción norteamericana, delicias de esta agrupación con unos intérpretes de lujo, al igual que el final de disco (Postludium «La Spagna»: otro género de contrapunto), dos cortes que ya de por sí marcan la línea de esta agrupación.
Incluso la recreación del Interludium ‘Ave Maris Stella’ de Jacob Obrecht (1457/8-1505), con un coro empastado y equilibrado en timbres y balances, bien subrayado por el órgano y esa «ambientación monástica» tributo al canto gregoriano que da ese punto de inmersión auditiva; el maridaje y buen entendimiento entre Javier Nuñez (1973) y Fami Alqhai (1976) tras su juventud con Savall y Hesperion, desde la madurez con la misma ilusión que en sus inicios, la frescura y hasta el atrevimiento que por entonces probablemente estaría mal visto. La visión de los sevillanos puede parecer arriesgada pero siempre han apostado por ello y los resultados están para juzgarlos, personalmente totalmente actuales desde el rigor con la fuente original y la creatividad en este repertorio que sería como «los principales del siglo XV» desde la improvisación que mejor la define y le imbuye ese aire de actualidad.
La evolución en la interpretación de estas obras del Renacimiento son como limpiar de polvo y recuperar el color original, cambiando muchas teorías artísticas. Cabe recordar que la música que se conserva en la biblioteca hispalense es como un esqueleto sobre el que ir añadiendo músculo y después darle vida. Son canciones generalmente estróficas con melodías y contrapuntos sencillos que van tomando cuerpo en cada interpretación de «los académicos del placer».
Obras renacentistas que aúnan las influencias de su época (italianas, franco flamencas, borgoñonas, castellanas) combinando aires cortesanos y tradicionales, temas amorosos, burlones pero también devotos, nuestra polifonía española de oro antes incluso de los músicos que traería Felipe el Hermoso.
Cerremos los ojos y escuchemos cómo sería una velada en el Palacio Ducal. Entre los anónimos: Salve Sancta Parens, Commo no le andaré yo, el conocido Propiñán de Melyor, con introducción medieval y la percusión que empuja esta página no por escuchada siempre nueva en la versión instrumental de los «académidos», de nuevo combinando tímbricas para evitar la monotonía; Muy crueles bozes dan, recuerdos castellanos en la línea los villancicos de Enzina que los «alumnos» han heredado del «Maestro» pudiendo escuchar solas las voces elegidas con una rica instrumentación con cambios rítmicos en un contrapunto claro y preciso; A los maytines era, con un solo inicial del tenor al que sigue la vihuela rítmica y una percusión engrandeciendo la siguiente polifonía vocal contrapuntística en equilibrio global replicado instrumentalmente por sacabuche y bajón explicativos de la gran riqueza melódica de estas páginas independientemente sean profanas o religiosas, en parte como Que bonito niño chiquito, solo la letra nos da las pistas porque la música resplandece siempre; plenamente hispano ese Niña y viña, villanesca e hispalense por el aire, ritmo y vestimenta elegida para esta ocasión.
Excelente elección de cada aparición instrumental que subraya un conjunto vocal perfecto para un repertorio transitado con una calidad digna de destacarse.
También tenemos compositores como Juan de Urrede (ca. 1430 – después de 1482) y su Nunca fue pena mayor,  el arpa polifónica mejor aún que la guitarra o la vihuela por el color que aporta, la solista femenina sobrevolando y el «ensemble de violas» completando este lienzo sonoro; Triana (Quien vos dio tal señorío), viento y cuerda polifónicos de altura casi organística por la riqueza tímbrica sumándose un coro rotundo pero delicado redondeando esta versión fresca; Joan Ambrosio Dalza (fl. 1508con Calbidi Castigliano, Enrique (fl. 1460-1480) y la instrumental Pues con sobra de tristura, más que pintura un tapiz sonoro, la percusión detallista que da profundidad, los pizzicatti rememorando la cuerda punteada; o el sevillano Juan de Triana (ca. 1460 – 1494) ligado al Ducado de los Medina Sidonia, su Con temor bivo ojos tristes, arpa y viola en feliz conjunción, colchón sobre el que canta el arco respirando el aire de su barrio antes de la soprano solista con un color de voz nunca hiriente, aterciopelado y compitiendo en belleza con «el otro canto de la viola», siguiendo una estrofa del «ensemble» con el arpa que consigue la alternancia perfecta para una nobleza educada en la exquisitez que se traspasa al oyente del disco.
Este verano no voy a muchos conciertos pero es la mejor época para disfrutar de la música grabada, verdaderos regalos que uno puede llevarse para cualquier momento.