Critica para Ópera World del lunes 30 de enero, con los añadidos de links (siempre enriquecedores), fotos propias y de las RRSS, indicando la autoría, y tipografía que a menudo la prensa no admite.

La temporada de ópera ovetense llega a su
quinto y último título en estos 75 años, con el «
Ernani» (1844) de
Giuseppe Verdi (1813-1901), que se representó en Asturias por vez primera en el Teatro del Fontán de la capital un 15 de septiembre de 1849 y hacía
ya 20 años desde la última vez, retomando casi como costumbre cerrar el ciclo con “un Verdi”, aunque yo solo recuerde con admiración uno de 1983 (Bruno Rufo, Luisa Vanini y el siempre genial
Matteo Manuguerra que ya era “como de casa”). La capital del Principado
disfrutó esta primera función porque
se notó en las ganas de aplaudir cada aria o conjunto, y hasta el pateo inicial a la megafonía en asturiano ha bajado el volumen respecto a anteriores primeras funciones. Pero no sería por un volumen más que suficiente el de este quinto
título verdiano, estrenado en Venecia, y que marcará su “iter hispanicum” del que
María Sanhuesa escribe en un libreto siempre para guardar: Ernani, Trovador, La Forza y Don Carlo.
Si
Verdi tuvo problemas con los cantantes para el estreno,
en Oviedo se
acertó con las voces,
todas conocidas más dos debutantes que redondearon un reparto muy compacto, especialmente en el trío protagonista (más que cuarteto) como comentaré posteriormente. Una producción “antigua” de la
ópera real belga en Wallonie que traía a mi memoria las de mi juventud,
totalmente válida, uniendo un elegante vestuario de
Fernand Ruiz, la buena figuración del alumnado de la
ESAD gijonesa (Robin Alexander de Bruine Sánchez, Oskar Fresneda Uribe, Carlos Jurado Hipólito y Senén Menéndez Valera) y todos los participantes sobre el escenario, ambientada respetando la época histórica con una escenografía de otra debutante, la romana
Giorgia Guerra, que ayuda a todos, tanto al coro que tiene un peso fundamental en esta ópera con juegos de espadas muy trabajados, como a los solistas, pareciendo conociese la “magia sonora” que tiene la esquina derecha del escenario ovetense, pues todas las voces que por él han pasado la buscan. Iluminación correcta de
Sylvain Geerts aunque demasiado oscura para el tercer acto del Aquisgrán conjurado. Todo jugando con dos elementos como la clemencia y la venganza junto a los sentimientos de una mujer y tres hombres “que compiten por su amor: un joven, un viejo y un poderoso” en palabras de la
regista italiana para esta ópera, los protagonistas dieron lo mejor de ellos aunque primase sobre todo la fuerza, también en el foso con el maestro milanés
Daniele Callegari y la
OFil que sonó solvente desde la obertura, sin fisuras, muy homogénea además de disciplinada, con un brillante solo de cello a cargo de
Sara Chordá en la parte “Oh, de verd’anni” del aria “Gran Dio” de Don Carlo.

Tres
voces potentes y emocionales: las del tenor gijonés
Alejandro Roy, el barítono de Cartaya (Huelva)
Juan Jesús Rodríguez y la joven soprano croata
Marigona Qerkezi que en su debut en el Campoamor sorprendió y gustó a todos, pero que en las intervenciones junto al bajo veronés
Gianfranco Montresor lo eclipsaron en decibelios, y no digamos con los mal llamados “secundarios”, el tenor de Mataró
Josep Fadó (Don Riccardo) que al menos mostró su buen hacer, el debutante bajo tinerfeño
Jeroboám Tejera como Jago (bien sin el “poderío conjunto”) y especialmente con la mezzo ovetense
Mª José Suárez (Giovanna) que pese a sus breves intervenciones, apenas se la pudo escuchar ante el torrencial sonoro del trío y aún menos en los conjuntos.

Y es que la fuerza vocal primó en este drama español, lo que permitió a la orquesta sonar sin miramientos, con arias, dúos, tríos y demás combinaciones de solistas y conjuntos en los que
Verdi sería único escribiendo. Precisamente ese volumen hizo destacar de nuevo el
Coro “Intermezzo”, titular de la temporada en todas sus cuerdas, un impactante brindis inicial de los hombres, delicadeza y escena de las damas ibéricas en su entrada con Elvira, y rotundos todos en la “Festa del ballo” del último acto sin dejarme el conocido como segundo himno del Risorgimento, “Si ridesti il leon di Castiglia” con la escena de los conjurados.
Verdi compuso probablemente los mejores
coros de ópera, al menos los más populares, y el de «Ernani» es uno de ellos con el que las voces que dirige
Pablo Moras brindaron vocal y escénicamente.
La exigencia para las voces es grande desde la aparición de los personajes que dominan cada acto: el Bandido “Ernani Roy”, detrás la deseada “Elvira Qerkezi”, el rey “Don Carlo Rodríguez” y el anfitrión “Ruy Montresor”. Todos arrancaron con potencia, sin miramientos, ajustados con la orquesta y encajando sus finales.
Las luchas por el amor fueron más allá de los roles, a la potencia sonora. Ninguno defraudó en sus arias o dúos.
Alejandro Roy demostró sus conocidas cualidades, personaje vengador que transmuta de bandido con la excelente aria “Come rugiada al cespite” a Duque de Segorbe y Don Juan de Aragón, sacrificado protagonista a lo largo de la obra. Incluso tuvo dúos muy matizados especialmente con Elvira, más de fuerza con Don Carlo y sentido con Silva.

El rey y emperador de la función resultaría
Juan Jesús Rodríguez, muy aplaudido y querido en el coliseo carbayón, dominador de la escena y poseedor de una voz a la que se ha calificado como verdiana porque su registro y modo de afrontar los papeles, que para barítono escribió
el de Busseto, los hace todos suyos, siendo su debut en este rol aquí en Oviedo. Emocionalmente la evolución de su Don Carlo es encomiable, de poderoso e implacable a clemente, reflejado en su línea de canto. Su declaración de amor a Elvira del primer acto (
“Quello escolta del mio cor”) fue un derroche vocal y la escena ante la tumba de Carlomagno en la esquina derecha, una lección de buen fraseo y cantar matizado con el aria “
Gran Dio!… Oh, dei miei ver’anni”.

Pero la grata “
sorpresa” para todos resultó la Elvira de la soprano croata de padres kosovares
Marigona Qerkezi, porque pese a su juventud (nacida en 1993) tiene una técnica increíble, potencia de sobra (verdaderamente una fiera aragonesa su protagonista), color homogéneo en todos los registros que no pierde nunca ni en las partes más “piano”, y hasta la escena, que no la hizo moverse mucho, favoreciendo una emisión siempre clara, precisa, que el paso de los años irá moldeando sus agilidades, siempre recordando las que en
Violeta-Traviata desarrollará
Verdi de forma única (la tiene
ya en su repertorio), una voz y rol perfecto el de esta soprano coloratura. Para recordar su interpretación de la conocida cavatina del primer acto “
Ernani involami”. Ser familia de músicos siempre ayuda y ha defendido su rol con solvencia, entrega, gusto y la necesaria fiereza.

Del resto del elenco lo indicado sobre los matices ante el predominio de dinámicas extremas: los
forte fueron la lucha de todos los cantantes en escena. Añadamos que por momentos los
tempi del maestro
Callegari fueron muy ligeros, resultando muy exigentes para las voces que no pidieron clemencia ante esta especie de venganza
desde el foso.
Deberemos no tener clemencia con los móviles que siguen sonando en el momento más inoportuno, ni tampoco con la vuelta de las toses tras la desaparición de las mascarillas (hoy solo máscaras en el último acto pero en escena). No es igual oír que escuchar, sea en español, inglés y asturiano, pero es ya pandemia de cada espectáculo que además se hace más patente en las partes con poco volumen, y en este gélido último domingo de enero no fue precisamente el caso. Habrá que buscar una vacuna contra la mala educación y hacerla obligatoria para volver a los buenos modales cumpliendo la perdida urbanidad.
Ficha:
Teatro Campoamor, Oviedo, domingo 29 de enero de 2023, 19:00 horas. 75 Temporada de Ópera Oviedo: “Ernani” (de Giuseppe Verdi, con libreto de Francesco Maria Piave basado en la tragedia “Hernani” de Victor Hugo); drama lírico en cuatro actos estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia el 9 de marzo de 1844. Producción de la Ópera Royal de Wallonie. Edición musical y propietarios: Casa Ricordi S. R. L. Milán.
Reparto: