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Órgano e historia en Puerto de Vega

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Sábado 12 de mayo, 19:45 horas. Iglesia de Santa Marina, Puerto de Vega (Asturias), XXIII Festival de Órgano CajAstur: Tomé Olives (órgano). Obras de D. Ortiz, Cabezón, Correa de Arauxo, P. Bruna, Mozart, Maurice Green, Juan Cabanilles y anónimos de los siglos XV y XVII.

Escapada al occidente asturiano para disfrutar de una joya de nuestros órganos históricos: el de Puerto de Vega, entre Luarca y Navia, última bocanada de Jovellanos, con un repertorio adaptado y hecho para este instrumento, con un intérprete que lo domina, un órgano cautivador revivido aunque por momentos «afónico» pero siempre único, un instrumento del siglo XVII restaurado en 1988, y un festival que después de 23 años sigue «reanimando» un instrumento que continúa «siendo el rey» aunque solo sea por un día. Apuesta por un patrimonio que muchos países darían parte de su historia por cambiárnosla, inversión que algunos considerarán gasto superfluo pero que el tiempo pondrá todo en su sitio. Escuchar un instrumento resucitado pero al que es necesario mantener vivo, ¡claro que cuesta dinero!, no podríamos perdonarnos otra muerte ya definitiva… y respirar es diario, no anual, limpiar, afinar y todo el proceso de «reanimación» penoso si no mantenemos la actividad. Hablo de un órgano que es como un ser vivo, y este sábado rejuveneció durante casi una hora.

Tomé Olives adaptó el alimento musical a un organismo único, irrepetible, salvaje por momentos y domesticado tras dura lucha. Escuchamos la historia musical del llamado siglo de oro musical, ese renacimiento de la Recerdada tercera de Diego Ortiz hecha viento, cuatro joyas de Cabezón (del que Bach beberá tras un siglo de «sin aire») repasando su tiempo con una Pavana italiana, el reconocido Canto del caballero y ese Ung Gaig bergier hispanizado y actualizando quinientos años en un órgano rebosante de registros plenos, dando paso al Arauxo virtuoso, tientos en registros de bajón surcando música modal que de lejana resulta vanguardista, sonoridades olvidadas en temperamentos remotos, descarga tímbrica en estado puro. Pablo Bruna rezando un Pange, lingua silabeado en los teclados antes del despliegue colorista del Tiento sobre la letanía de la Vírgen.

Curiosidades históricas como ese anónimo español del XVII tan reconocido en las Canciones para la corneta y el eco, exploración de registros de Olives con la inestimable ayuda de Chema Martínez, despliegue sonoro capaz de vencer gemidos de tubos mudos desde hacía años, necesaria regeneración y mantenimiento de un instrumento que vivirá lo que los patrocinadores deseen cual dioses dueños del destino. Lástima e ignorancia por discenir necesario y superfluo ¿qué precio tiene la historia? Música eterna pero perecedera en la voz que Mozart retomó en el Adagio en DO M., KV. 536 (617a). Aún resonaron trompetas y flautados en ese Voluntary VIII del británico M. Green antes de concluir con la Corrente italiana de Cabanilles, saltos de modalidades a tonalidades que vuelven moderno lo eterno, disfrute sonoro del órgano reanimado por Grenzing al que Tomé hizo hablar. Y de propina ese bajo ostinado sobre el que construir una «Batalla del Asturias patria querida» de un compositor y organista menorquín cual foniatra especializado que mantuvo timbre y articulación en una propina única, improvisación para el recuerdo. Qué bien este nuevo festival… por lo menos hasta «la Plata».

XXIII Festival de Órgano en Asturias

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En pleno volcán bancario, con poquísimo dinero para cultura y menos música, creo que es un oasis al que todavía le queda algo de agua, seguir teniendo a CajAstur apoyando muchos eventos, y el XXIII Festival de Órgano que lleva su nombre, aún sigue, seguramente porque José María Martínez, Chema para casi todos, su alma mater, como buen allerano y enamorado del instrumento rey, convence y vence.

Este fin de semana arranca en distintas localidades asturianas este esperado ciclo primaveral que no solamente mantiene vivos instrumentos antiguos, reciclados e incluso nuevos, sino que nos trae figuras de este «mundillo» que no debería ser tan minoritario aunque existan razones para entenderlo. Qué envidia siento en mis viajes a Dinamarca o Alemania al contemplar y escuchar órganos en activo no ya en el culto diario sino en conciertos y ciclos que acercan al gran público un repertorio inmortal. En España se mantiene vivo sobre todo en el País Vasco, Navarra, Cataluña, Granada, y Castilla-León que realizó una inversión reparando instrumentos que ahora resuenan como en sus buenos tiempos y un Festival en León del que soy también seguidor.

Veintitrés años nada menos llevamos en Asturias intentando hacernos un hueco en estos circuitos, con maestros y alumnos aventajados, figuras de talla mundial que llevan nuestra tierra en sus currículos pero también en sus corazones. Avanzo programación e intérpretes para los fines de semana próximos, lamentando perderme algunos por coincidencias y compromisos varios, aunque intentaré acudir a todos los que pueda, pues el plantel y la música prevista ¡es de primera!.

Este viernes 11 a las 19:30 horas en el órgano nuevo de San Tirso (Oviedo) y el sábado 12 a las 19:45 horas en el barroco restaurado de la Iglesia de Santa Marina de Puerto de Vega actuará el compositor y organista menorquín Tomé Olives (1972), seguidor de la escuela de Montserrat Torrent, con amplia trayectoria y formación en Alemania y Francia, las dos escuelas de órgano europeo por excelencia. En el programa ovetense no faltarán Buxtehude, Bach, Brahms, Böellmann o Langlais, pero también K. Koyama (1914-2009), Malcolm Archer (1952) y obras del propio Olivés. Para Puerto de Vega el repertorio español de nuestro Siglo de Oro con Ortiz, Cabezón, Correa de Arauxo, Cabanilles y también P. Bruna, M. Green o Mozart.

Para el siguiente fin de semana tendremos al maestro donostiarra Esteban Elizondo (1945) el viernes 18 a las 20:00 horas en la Iglesia de San Pedro (Gijón) y el sábado 19 a las 16:30 horas en la Basílica de Covadonga con un espectacular y novedoso repertorio por él recuperado de Eduardo Torres (1872-1934) y una selección de la colección titulada El organista español dedicada al padre Nemesio Otaño (1880-1956) donde también estarán J. M. Beobide (1882-1967) y Guridi.

El francés Löic Mallé (1947) hará sonar el nuevo órgano de Santo Tomás de Cantorbery (Avilés) el sábado 26 a las 20:30 horas con obras de Grigny, Correa, D. Scarlatti y Bach, así como alguna improvisación propia, y el «viejo» trasladado y adaptado a la iglesia de Soto del Barco el domingo 27 a las 13:00 horas con Grigny, Bach, Franck y Messiaen ¡casi nada!.

Si el órgano ha tenido pareja en su larga vida es con la trompeta, y precisamente podremos disfrutar el arranque del próximo mes con el dúo hispano-cubano formado por el toledano Juan José Montero Ruiz al teclado y Jennifer Vera Martínez con el corneto barroco (aunque también sea pianista, clavecinista, organista, directora de coro y orquesta) los días 1 de junio en la Iglesia de San Francisco de Oviedo (la iglesia redonda) a las 20:00 horas y el sábado 2 a las 20:30 horas en Pravia (Iglesia de Santa María la Mayor), que interpretarán obras de Crequillon, Courtois, Palestrina, Merulo, Victoria, Rore o Gabrielli en distintas «disminuciones» para esta formación a dúo, cornetto muto y órgano sólo.

El cierre de festival será «de casa» y estará a cargo del sacerdote y músico praviano Rubén Díez (1982) que ya ha sido maestro de capilla y organista en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat de Roma, actuando en el Órgano de La Corte (Oviedo) el viernes 8 de junio a las 20:00 horas y el siguiente viernes 15 a las 20:00 horas en el Monasterio de Valdediós y un programa musical del siglo XVII con J. Ximénez, J. J. Froberger, S. Durón, W. Hine, P. Bruna, Cabezón, Reincken y Cabanilles.

La oferta para quienes puedan, es realmente hermosa tanto en repertorio como en las distintas sedes, localidades dignas de conocerse y disfrutar, con instrumentos a punto y rincones asturianos que ofertan lo mejor de ellos para todos los aficionados que deseen acudir a los conciertos del festival organístico. Del éxito depende seguir teniendo estos órganos funcionando y mantener festivales como el de CajAstur, pues Chema seguirá trabajando en ello, y desde aquí seguiré aportando mi granito de arena.