
74º Festival Internacional de Música y Danza de Granada (día 4). Conciertos matinales.
Domingo 22 de junio, 12:30 horas. Crucero del Hospital Real. Numen Ensemble, Héctor Eliel Márquez (director). Obras de Falla, Victoria, Rachmaninov, Juan Alfonso García, Duruflé y Stravinsky. Fotos propias y ©Fermín Rodríguez.
Cuarto día de mi festival con sesión matinal, coral «a capella» y un programa variado donde se volvía a homenajear a Juan-Alfonso García que sigue siendo y sonando actual, con obras interesantes que Helena Martínez Díaz en las notas al programa titula «Diálogo entre música y palabra» (que iré intercalando a lo largo de esta entrada) donde no faltó un estreno del compositor y organista catedralicio. De este tributo musical, la web del festival dice:
«Homenaje a Juan-Alfonso García
Este homenaje del conjunto coral Numen Ensemble se articula en dos partes bien relacionadas entre sí: la primera reúne piezas sobre dos de las oraciones más populares del orbe cristiano, el Ave María y el Padre Nuestro, desde Victoria a Rajmáninov, Falla, Stravinsky y Duruflé. Sobre un motivo del Ave María de Victoria escribieron además Falla su Invocatio ad individuam trinitatem, que abre el recital, y Juan-Alfonso García su Letrilla al Niño Jesús. Con esta pieza arranca la segunda sección del concierto que incluye obras del homenajeado, el compositor nacido en Extremadura pero avecindado en Granada desde los once años de edad. Se podrá escuchar El corazón de la materia, sobre un texto de Teilhard de Chardin, que es estreno absoluto, y otras piezas sobre poemas de los poetas granadinos Elena Martín Vivaldi, Federico García Lorca y Antonio Carvajal».
Numen Ensemble (creado en febrero de 2011) es un coro de cámara con larga trayectoria y distintos repertorios, que se presentaba con 16 voces dirigidas por el también compositor Héctor Eliel Márquez, y aunque en el programa de mano aparecían cuatro por cuerda, se presentaron con 10 voces blancas y 6 graves, lo que en cierto modo descompensó el balance y color, aunque en general sonó empastado, afinado y moviéndose muy bien en el repertorio de García, de quien Helena Martínez relata que fue una «figura clave en la música española de la segunda mitad del siglo XX, en conmemoración de los diez años de su fallecimiento. Organista titular de la Catedral de Granada durante más de cincuenta años, perteneció a esa «inmensa minoría» –como él mismo se definía– que pudo dedicarse a la profesión que había sentido y escogido: la música y el sacerdocio. Su formación estuvo guiada por Valentín Ruiz-Aznar, maestro de Capilla de la Catedral de Granada, quien le transmitió un ideal musical arraigado en la tradición polifónica religiosa española de Tomás Luis de Victoria y el contrapunto de Johann Sebastian Bach. Nacido en Extremadura, pero avecindado en Granada, Juan-Alfonso García estuvo profundamente ligado a la ciudad y su ambiente intelectual y artístico, en estrecha relación con músicos y escritores, desde donde configuró su estilo compositivo más vanguardista».
En Granada y con un programa que unía música y poesía así como las dos oraciones universales del Ave María y el Padre Nuestro, nadie mejor que Falla para comenzar el concierto con la Invocatio ad Individuam Trinitatem (1935) e ir calentando las voces, y continuar con el conocido Ave Maria atribuido al Padre Victoria, renacimiento inspirador matizado e interpretado diferenciando dinámicamente y en «tactus» la segunda parte del Sancta Maria, Mater Dei donde las cuerdas agudas sobresalieron más de lo esperado pero siempre atentas al maestro granadino Márquez (13 abril de 1979).
Del Ave Maria renacentista pasamos a la tradición ortodoxa con Rachmaninov y su Bogoroditse Devo de 1915 (contenido en sus Vísperas, op. 37), esfuerzo de los bajos por sustentar esta catedral coral, con la que llegaríamos al de Juan-Alfonso García de quien Helena Martínez cita: «En 1939 Falla dejó constancia de la autoría «compartida» de esta pieza en el borrador de una carta dirigida a María de Cardona, dado a conocer por Juan-Alfonso García en 1976: «La invocación propiamente tal es mía, mientras el Amén es de Victoria». (…) Continuamos esta tradición musical con un Ave Maria (1975) del mismo Juan-Alfonso, escrito para cuarteto solista y coro a cuatro y seis voces mixtas». Interesante optar en colocar al cuarteto solista al fondo y el coro a seis voces mixtas sobre el estrado, muy efectista en esta obra que mantiene el sabor contemporáneo tan del gusto de los actuales coros jóvenes que apuestan por repertorios agradecidos como este del clérigo pacense que se haría granadino.
Si ayer en la mañana sonaba Duruflé en el órgano del Santuario del Perpetuo Socorro, en esta dominical sonaba el Notre Père, op. 14 (1977) bien ubicado en el progama y donde el Numen Ensemble volvió a mostrarse incómodo en las notas agudas de emisión abierta que hacían perder un empaste demostrado en la oración anterior, dos oraciones que vertebraban este concierto donde sonarían ambas con el Stravinsky ortodoxo pero en latín: Pater Noster (1926) y después Ave Maria (1934), dos de las primeras obras religiosas del ruso, con el coro reubicado y logrando homogeneidad de color más una afinación digna de destacar, así como la buena emisión en los melismas.
Y personalmente llegaría la mejor parte con las obras de Juan-Alfonso García que Helena Martínez Díaz desgrana y analiza en sus notas:
«La Letrilla al Niño Jesús (1979), basada en un poema de San Juan de la Cruz, retoma el motivo del Amen de Victoria y da paso a la segunda parte del programa, centrada íntegramente en la obra de Juan-Alfonso García, en la que se entrelaza espiritualidad, poesía y la ciudad de Granada, elementos esenciales en su producción musical. A continuación, se presenta El corazón de la materia (2002), sobre un texto del sacerdote y filósofo Pierre Teilhard de Chardin, que es estreno absoluto. La poesía intimista de Elena Martín Vivaldi se traduce en Amarillos (1978), una trilogía que explora atmósferas cambiantes y disonancias que ilustran a modo de madrigalismo los versos de la poeta. Le siguen los Seis caprichos (1986) sobre textos de Federico García Lorca, donde descubrimos a un Juan-Alfonso más vanguardista y rítmico, especialmente en piezas como Guitarra, Crótalo y Pita, hasta llegar a Cruz, que recuerda un coral bachiano. El concierto culmina con Cada vez que una mano se me ofrece (1979), sobre un poema de Antonio Carvajal, cierre de un homenaje que es también un diálogo profundo entre música y palabra».
Buenas solistas la soprano y contralto (mezzo), vocalización de unos textos que figuran en la web y que se debían haber añadido en el programa para comprobar qué bien entendió Juan-Alfonso la lírica coral, feliz unión de textos que su música engrandece. Digno destacar el estreno de El corazón de la materia ¡23 años después de su composición!, aplaudir a Héctor Eliel Márquez el haberla traído a la Granada amada por el extremeño, y donde Numen Ensemble al fin mostró toda su calidad. Los Amarillos fueron interpretados con los mismos calificativos de «plenitud», «encendida» (que bisarían al final bajados de la tarima) y «serena», pero sobremanera los Seis caprichos (1986) a 4-8 voces mixtas que son muy actuales, variados, encontrando técnicas que utilizan los «nuevos» compositores tan programados por las agrupaciones jóvenes (de las amateur no comento su estado vocal ni la media de edad), con un Crótalo y una Pita rítmicos, jugosos, bien encajados, antes de ese coral final que es Cruz, homenaje a «dios Bach» por parte del Padre García.
Y Cada vez que una mano se me ofrece (1979) citar parte del texto del granadino Antonio Carvajal (Albolote, 1943) que Juan-Alfonso eleva a lírica con su música coral:
Cada vez que una mano se me ofrece / tiemblo de sombras, a su luz me entrego, / y su luz una espiga en mi alma acrece, / casi de ausencia perseguido y ciego, / abro mi mano y tiendo hacia esa mano / leve la espina. Luego, qué sosiego. / Alas la espiga tiene en cada grano.
PROGRAMA
Manuel de Falla (1876-1946):
Invocatio ad individuam trinitatem (1935)
Jacobus Gallus / Valentinus Judex (atrib. T. L. de Victoria):
Ave Maria
Serguéi Rajmáninov (1873-1943):
Bogoroditse Devo (de Vsenoshchnoe bdenie, op. 37. 1915)
Juan-Alfonso García (1935-2015):
Ave Maria (1975)
Maurice Duruflé (1902-1986):
Notre Père, op. 14 (1977)
Igor Stravinsky (1882-1971):
Pater Noster (1926)
Ave Maria (1934)
Juan-Alfonso García:
Letrilla al Niño Jesús (1979)
El corazón de la materia (2002) *
Serena de Amarillos (1978)
Seis caprichos (1986)
Cada vez que una mano se me ofrece (1979)
* Estreno absoluto






































