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G de SwinG

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Domingo 9 de febrero, 19:00 horas. Auditorio de Oviedo, Conciertos de Invierno, «George Gershwin: el puente entre la música clásica y el jazz». Banda de Música «Ciudad de Oviedo», Henar F. Clavel (piano), David Colado Coronas (director).

Como bien se titulaba este concierto, George Gershwin es el puente entre la clásica y el jazz, o si se prefiere, la traslación sinfónica de la única música genuinamente estadounidense. El catálogo del pianista y compositor nacido en en el barrio neoyorquino de Brooklyn abarca muchas obras que hoy consideramos standards por lo conocidas que son en múltiples versiones, con muchas utilizadas en el cine -como las dos últimas de este concierto dominical- y verdadero avance al alcanzar el repertorio sinfónico, sin perder de vista que nacieron para las llamadas Big Bands, así que poder escucharlas por la Banda de Música «Ciudad de Oviedo» fue casi acudir a la fuente original, incluso con los arreglos del compositor y clarinetista belga Cornelius Marcel Peeters (1926-2020) o del japonés Naohiro Iwai (1923-2014), buenos conocedores de la instrumentación para banda que han hecho llegar repertorios «clásicos» a estas formaciones, verdadera auténtica cantera musical de ayer, hoy y siempre.

La Obertura Cubana calentaba motores con aires caribeños en aquellos tiempos donde La Habana era el gran casino de los yanquis, ritmos y melodías que nos recuerdan a melodías como El Cumbanchero o El manisero con clarinetes y saxos «emulando» a los violines sinfónicos junto a una percusión algo lejana pero manteniendo el empuje de esta página.

Aún recuerdo el año 1982 donde aprovechando el Mundial de Fútbol se representó por vez primera en el Campoamor la ópera Porgy and Bess con tantas melodías que han ido tomado vida propia en todas las versiones, así que el arreglo del músico belga estuvo más cercano al swing natural que a la lírica, de nuevo con una banda bien ensamblada, una percusión ajustada y bien cuidados los distintos temas por parte del maestro Colado.

Otro tanto sucede con Un Americano en París donde la película con Gene Kelly permanece en nuestra memoria. El músico japonés rehace esta página del neoyorquino dándole la magnificencia que otorga una banda sinfónica con contrabajo y arpa «de teclado» (a cargo de Lisa Tomchuk) más todo el poderío de los metales, un arreglo que nos permitió disfrutar de los excelentes solistas de la banda ovetense (muy bien la saxofonista Helena Maseda y la percusionista Susana Escaño con la bocina y flauta de émbolo), y un sonido compacto además de contundente en todas las secciones.

Y en este puente jazzístico desde la banda llegaba la Rhapsody in Blue, también muy cinematográfica en «Fantasía 2000» de Walt Disney, en Oviedo con la joven pianista Henar F. Clavel (Avilés, 2006). No es habitual encontrar la versión con banda en vez de orquesta porque la sonoridad es mayor y hasta los «colores» cambian, como todavía recuerdo en Barcelona ya hace años con la asturiana Carmen Yepes. El propio Gershwin la escribió originalmente para piano solo (con él en el estreno) y banda de jazz (donde no ponía los instrumentos sino el nombre de los músicos), con ese arranque de clarinete solo (hoy no muy inspirado). No hubiera estado mal reducir plantilla para acercarnos a la esencia porque la gran plantilla no permitió escuchar el piano con toda su presencia, y por momentos pareció un instrumento más en vez de solista, pero aún así no siempre se puede acceder a la versión con orquesta sinfónica y seguro que a la joven avilesina le vino bien poder trabajarla. Los solos demostraron su personalidad, jugando con los tempi y dejándonos casi al «Rachmaninov de Brooklyn» con algunas notas que se perdieron por el camino sin restarle valentía y fuerza. Henar Clavel tiene mucha carrera por delante y capacidad para afrontar cualquier repertorio, mas tendrá que «templar el ánimo» pues su ímpetu juvenil puede perderla (algo que curará con los años para alcanzar la madurez). La formación clásica da una técnica que es válida para todo, también para el jazz (mi recuerdo para Moisés P. Sánchez) pero me decanto por versiones más cercanas al original (recomiendo las de Michel Camilo) o sin miedos a mostrar esa «segunda vía» caso del propio Bernstein, todo un omnívoro como intérprete y compositor, por otra parte tan cercano al propio Gershwin que la tituló «Un experimento en música moderna», siendo otro estadounidense, Ferde Grofé, quien la arreglaría para orquesta.

De propina y sumándose como un atril más, la versión para banda del Danzón nº 2 de Arturo Márquez para dejarnos el calor de esta música cosmopolita de aires caribeños para esta tarde de domingo que llenó el Auditorio.

PROGRAMA

George Gershwin (1898-1937):

1.- Cuban Overture

2.- The Porgy and Bess Collection (arr. C. M. Peeters)

3.- An American in Paris (arr. N. Iwai)

4.- Rhapsody in Blue (solo Piano and Concert Band)

Propina: A. Márquez: Danzón nº 2.

Humor con percusión

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Domingo 14 de enero, 19:00 horas. Auditorio de Oviedo, Conciertos de invierno: «¡Vaya Banda!», Odaiko, Banda de Música «Ciudad de Oviedo», David Colado Coronas (director). Entrada libre.
Lleno familiar con muchos niños protagonistas para disfrutar del espectáculo de los percusionistas gallegos de Odaiko que contaron con la Banda de Música de Oviedo como acompañante de lujo, coprotagonizando un espectáculo de humor musical con la percusión tanto corporal como de membranófonos, idiófonos y cotidiáfonos sin renunciar a momentos de virtuosismo compartido en la marimba.

Toda una experiencia bautizada como ¡Vaya Banda! que va más allá de lo circense o las acrobacias retomando el espíritu de los payasos que siempre fueron excelentes músicos y hoy en trío gallego domina toda la percusión, «embajadores del ritmo» como se autodefinen.

Un hilo narrador por megafonía (no se entendía cuando coincidía con la banda) fue sumando apariciones de los percusionistas y el «programa» con golpes en todos los sentidos, haciendo partícipe al público de todas las edades con la complicidad del Maestro Colado, a un percusionista de la propia formación carbayona al que sumaron en distintos números, y hasta las distintas secciones que también gozaron con «gags» como el Bolero de Ravel persiguiendo el caja a la flautista que interpretaba la conocida melodía mientras el respetable intentaba el ostinato rítmico con dos dedos sobre la palma de la otra mano… tras haber calentado muslos y dado unos saltos.

Una Carmen (Bizet) de torero y drag-flamencas nada ofensivas donde la guitarra también fue utilizada genialmente como percusión junto al cajón tras una marimba «en espejo» por dos maestros

El gritado más que coreado Hakuna Matata de ambiente selvátivo sirvió para que estos maestros gallegos nos hicieran sentir niños a todos y disfrutar con el taiko y dos tumbadoras en cómica comunión percusiva que aúna los lenguajes universales sin palabras (mimo y música).

La Marcha Turca (Mozart) con esos «cotidiáfonos» de siempre, caso de las botellas tanto golpeadas (idiófonos) como sopladas (aerófonos) sumándose un «garráfono» por bautizar el invento que viene a ser un contrabajo fabricado con un palo, cuerda y garrafa de caja de resonancia (arriba está la foto), más la banda intentando encajar el tempo, para levantarnos de las butacas y armar un carnaval de río de W. Schneider entre todos.
La versatilidad de los gallegos en instrumentos y combinaciones de complementos de ropa para pasar de un ambiente a otro en este viaje con la percusión es digno de admiración, verdaderos titiriteros con cambios fulgurantes.

Especiales también unas compartidas Czardas (Monti) en la marimba -no trajeron vibráfonos- con la banda que dieron tanto juego como la propina a trío de un Vuelo del moscardón (Rimsky Korshakov) presentado como «mosca cojonera» realmente virtuoso tras un Circus Can-Can (Offenbach) que convirtió el escenario en una de mis clases con los «Boomwhackers«.

Una excelente tarde de domingo en familia con dos «bandas», la gallega y la ovetense que sigue apostando por lo novedoso aunque el circo sea de siempre y la música comparta título del mayor espectáculo del mundo, uniendo círculos más que mundos plenamente terapéuticos. Y cada mes un concierto, incluso en abril dos… Intentaremos seguir contándolo. Hoy la enhorabuena para Odaiko.

Cocinando de cine con la banda

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Domingo 22 de enero, 19:00 horas. Auditorio de Oviedo: Banda de Música «Ciudad de Oviedo», Christian Brandhofer (trombón), David Colado Coronas (director). Obras de Rossini, J. de Meij, M. Lauridsen y A. Boublil-C. M. Schönberg. Entrada libre.

Buena tarde dominical con música de banda, algunas transcripciones que son otra forma de hacer llegar el repertorio sinfónico y coral, pero sobre todo la escrita específicamente para estas formaciones, que en el caso de la banda ovetense sin llegar a sinfónica dio mucho juego con el programa elegido. A falta de notas en el programa, en cada partes, sin descanso, fueron leídas por una de las clarinetes, que sirvieron para conocer un poco más las obras.

La obertura de La Gazza Ladra (Rossini) es conocida por su utilización tanto en publicidad como en el cine, especialmente en «El honor de los Prizzi» por un grande como el italiano que también se dedicaría a la cocina, un poco el ambiente dominical. Aunque no se tratase de la interpretación sinfónica, este arreglo para banda de música nos acerca fidedignamente los solos de oboe y clarinete para lucimiento de los primeros atriles, disfrutando igualmente de la pareja de cajas y especialmente de los cambios de tiempo bien marcados por un David Colado curtido en todo tipo de formaciones instrumentales que tomaba la batuta en este primer concierto del año, con la intención y sonido tan rossiniano que logró sacar una versión más que correcta.

La obra estrella de la noche fue el T-Bone Concerto de Johan de Meij (Voorburg, 1953), que tiene tanto versión con piano, para brass-band y lógicamente para banda, un concierto para trombón con el solista de la OSPA Christian Brandhofer, organizado tanto en el título como en sus tres movimientos con un juego de palabras curioso, trombone y T-Bone cual formas de preparar este manjar para los carnívoros y melómanos: el primero Rare (Poco hecho), amplio de sonoridades con juegos entre las secciones más un rítmico piano, incluyendo además alguna intervención solista con sordina buscando texturas al oído cual paladar y con unos fraseos realmente hermosos. El Medium (En su punto) es el movimiento central de ritmo ternario muy majestuoso y con un grupo de cámara dentro del tutti para la parte B más rápida antes de volver a la A casi triunfal pero «apianando y ritardando» para un perfecto diálogo bien «cantado» entre solista y banda. El último Well done (Muy hecho) resultó juguetón, movido, equilibrado además de perfectamente ejecutada esta partitura llena de complicidades y complicaciones (el compositor es además de director, trombonista, como David Colado, y bombardino), con una percusión casi siempre subrayando toda la melodía con placas varias (xilófono, glockenspiel…) donde tampoco faltaron las campanas, también variando los tempi a lo largo del segundo tema retomando el vivo en una fiesta multicolor tras este T-bon bien cocinado por un Brandhofer en su salsa. Un placer paladear música compuesta para banda por un músico como el holandés afincado en los EE.UU. (esperemos que Trump no le eche) que domina la tímbrica como nadie y tiene partituras realmente excelentes.

La propina cual postre americano e internacional en un momento feliz del trombonista equiparable al del compositor, Elegy for Mippy II de L. Bernstein.

La segunda parte comenzaría con O magnum Mysterium (Morten Lauridsen, 1943) que mi admirado coro El León de Oro canta como nadie, esta vez arreglado cual coral sin letra ni batuta para realzar esa polifonía tan del maestro de ascendencia danesa subrayada puntualmente por timbales, bombo o platillos que «magnifican el misterio» aún más terminando, en un pianísimo muy logrado tras unos reguladores de lo más trabajados y como si de un coro a boca cerrada se tratase (especialmente los metales). Difícil transcripción la de H. Robert Reynolds pese a ser especialista y conocedor de la música de banda, que de no conocer el original da mucho juego aunque nada puede compararse con la voz humana.

Y otro tanto sucede con el musical Los Miserables (A. Boublil / Claude Michel Schönberg) en arreglo de Marcel Peeters, selección de cinco temas para cerrar concierto con todos los efectivos al mando de Colado que sacó siempre a primer plano las conocidas melodías de este musical veterano de los años 80 llevado también al cine en 2012, para lucimiento de cada sección, especialmente saxos y bombardinos no siempre reconocidos ni tan protagonistas como el resto. Buen sonido e interpretación idónea para los números elegidos bien contrastados que nos transportaron a la gran pantalla.

Bisaron el final de «La Gazza» un poco más movida que al inicio, para no perder el ambiente cinematográfico y gastronómico para una sala que presentó una entrada de comensales que ya quisiéramos para otros eventos.

Volverán más domingos de febrero (12 y 16) y marzo (12 y 16) para completar un trimestre que sigue apostando por la Banda de Música en Oviedo, tocando madera para que no sigan recortando a la ciudad una tradición que es parte de su propia historia.

Un Maestro con la cantera de las bandas de música

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El Maestro Enrique García Asensio (Valencia, 22 de agosto de 1937) ha impartido durante esta semana unas clases magistrales cuya clausura fueron los dos conciertos con la mejor banda de Asturias formada en el CONSMUPA. De entre todos los alumnos oyentes y los 9 activos que asistieron, el propio Maestro seleccionó a 4 alumnos para dirigirlos, tres internos, alumnos de dirección del propio Conservatorio y a David Colado, único alumno externo al Conservatorio. Antes del concierto tuvo lugar la lectura de un manifiesto por parte de los alumnos de dicho centro, muchos más que los músicos que formaron la banda, reclamando precisamente una​
enseñanza musical de calidad y un profesorado que no cumple en su totalidad, básicamente en sus grandes agrupaciones, las dos orquestas -de cámara y sinfónica- así como la propia banda del conservatorio (y llevan 2 años de protestas que darían para mucho, con burocracia y legislación que entorpecen e impiden la necesaria continuidad de su plantilla). Está claro y suscribo ese manifiesto que denuncia el poco, por no decir nulo, interés de las administraciones públicas por los estudios musicales en todas sus facetas pero sobre todo en la enseñanza especializada.

Los conciertos han sido ayer viernes en el Teatro Prendes de Candás y este sábado en el Auditorio de Oviedo. El programa organizado en dos partes lo comenzó el propio Maestro García Asensio, vitalidad y sabiduría que dan los años así como un trabajo que no ha cesado desde que a los 11 años formase parte como violín de la orquesta del conservatorio de la que llegaría concertino y más tarde director.  La Obertura Festiva (Dmitri Shostakovich) pone a prueba todos los efectivos de una amplia formación como corresponde a las bandas sinfónicas, en un arreglo que mantiene la esencia orquestal pero con el colorido propio que dan clarinetes y saxofones, además de los fliscornos o bombardinos que «magnifica» la original. Maravilloso comprobar cómo respondían los jóvenes músicos a cada indicación del maestro, pendiente de todo y todos, contrastes de planos y ritmos que siguen siendo una lección magistral.

Los alumnos seleccionados, tras recibir con el resto sus diplomas acreditativos de manos del maestro valenciano, se turnaron con los cinco movimientos del Capricho Español (Rimsky-Korsakov), la Alborada (con Ane Legarreta), breve y bien llevada con lenguaje cantábrico bien entendido; las Variazioni (Roberto Redondo) llenas de ricas sutilezas tímbricas que la batuta supo sacar a flote; la Alborada (Xuacu Llaneza) tan rítmica y cercana en sabor, diferenciada de la primera como así debe ser; pero sobre todo los dos últimos números, Scena e Canto Gitano más «nuestro» Fandango Asturiano, dirigidos por el ya «rodado» David Colado que sacó todos los recursos y detalles de estos dos números tan universalmente asturianos en un arreglo poderoso capaz de hacernos olvidar el original sinfónico. Cambios de ritmo, dinámicas amplias, sin olvidar que la técnica de dirección es válida para cualquier formación como bien recordó el maestro valenciano, y que todo director sabe diferenciar lo que tiene delante, por lo que una banda sinfónica mantiene una identidad única que estos alumnos tuvieron claro desde el principio.

La segunda parte ya con el Maestro E. García Asensio al frente, nos dejó dos interesantísimas obras del saxofonista y compositor de Catarroja Francisco Arturo Bort Ramón (1963), autodidacta confeso pero con mucho oficio «a pie de obra» y un vagaje musical familiar, unido a ese gen geográfico que es Valencia, cuna de grandes músicos, lo que puede ayudarnos a comprender las dos obras elegidas para este concierto y que gozan de fama internacional. Leyendas («Llegendes«), un poema sinfónico que resulta todo un mosaico de melodías evocadoras que van pasando por todas las secciones de la banda con un papel protagonista de la amplia percusión (no tuvieron respiro, especialmente las «láminas») y unos cambios de ritmo interesantísimos, con ambientes alcanzados desde una instrumentación actual que bebe de fuentes de claro «acento norteamericano» (Gershwin, Bernstein, Copland.. e incluso nuestro García Abril de las series televisivas por lo avanzado en su época), así que resulta habitual que formaciones de allí programen las obras del valenciano. Si escuchamos en nuestras bandas locales muchas de las composiciones «made in USA» reconoceremos en estas leyendas el amplio vagaje de Bort Ramón como intérprete de las mismas, lo que se tradujo en una vibrante interpretación de García Asensio con la Banda Sinfónica del CONSMUPA, plagada de verdaderos virtuosos aún en formación.

Las Variaciones Irónicasganadora del premio de composición “Maestro Villa” de Madrid del 2007, y como casi todas las del músico valenciano programadas por la Banda Municipal de Valencia en el Palau de la Música de esta ciudad bajo la dirección de su titular Pablo Sánchez Torrella. Asimismo, Enrique García Asensio, titular de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid hasta 2012, ha programado numerosas veces y con gran éxito sus obras, agradeciéndole las trajese a Asturias porque ambas son ideales para estas formaciones. Tanto “Llegendes” como estas «Variaciones Irónicas”, donde no faltan guiños al tango y otros sutiles ritmos hispanos con la ironía instrumental bien entendida, utilizan recursos agradecidos de escuchar, puede que algo reiterativos al escuchar ambas seguidas, aunque lo podamos entender como sello personal del saxofonista y compositor, pero no cabe duda que son difíciles de ejecutar y dirigir, aunque García Asensio lo haga fácil, implicado no ya como maestro sino como docente además de precursor en la televisión. Mis felicitaciones para todas las secciones, especialmente a los clarinetes y trombones, aunque sin desmerecer a nadie, pues solo esta Banda puede afrontar un repertorio como el que sonó esta tarde de sábado en Oviedo.

Quiero comentar que el Maestro muy gustosamente accedió a escuchar el ensayo y a dar una charla a los componentes de la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil del Principado de Asturias esta mañana de sábado entre las 12:30 y las 13:30 en el propio Auditorio «Príncipe Felipe» de Oviedo, y que este domingo 21 a las 19:00 h en la Sala Principal Sinfónica del Auditorio Principe Felipe de Oviedo se presenta precisamente la BANDA SINFÓNICA INFANTIL Y JUVENIL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS formada desde la ANDB, Asociación Nacional de Directores de Banda, de la que David Colado es Delegado Territorial aquí en Asturias, concierto en colaboración con la Banda de Música «Ciudad de Oviedo».
Se trata de una banda sinfónica formada por niños y jóvenes de edades comprendidas entre los 6 años y los 20 procedentes de diversas ciudades y pueblos de Asturias como Gijón, Oviedo, Avilés, Corvera, Candás, Pravia, Cangas de Narcea, Tineo, Luarca, etc…

Este proyecto está integrado en un «Plan Nacional de Bandas de Música» desarrollando por la ANDB de la que el Maestro Asensio es Socio de Honor y que ya se está trabajando de la misma forma en otras comunidades autónomas como Galicia, Cataluña, País Vasco, Madrid o Valencia… Mi total apoyo a las bandas de música como cantera de intérpretes y públicos en los que las administraciones deberían tomar nota por lo que supone de esfuerzo, trabajo en equipo y formación permanente. Apostar por la música es invertir en cultura, verdadera identidad y riqueza de un país donde la crisis no puede robar ilusiones.

P. D.: Manifiesto leído por el alumnado del CONSMUPA:

El Beethoven magistral de Ceccato

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Sábado 7 de febrero, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo, Concierto de la Orquesta Sinfónica del CONSMUPA, Master Class Maestro Aldo Ceccato. Obras de Beethoven.

Hace cuatro años se presentaba en el CONSMUPA la actualización de las nueve sinfonías de Beethoven a cargo del Maestro Ceccato, trabajo que no se detiene y ahora incluye toda la obra sinfónica, incluyendo unas clases magistrales que nuevamente han puesto de relieve no la incuestionable vigencia del genio de Bonn sino el valor de contar con Don Aldo Ceccato entre los docentes que enriquecen la propia historia de la música y la asturiana en particular.

Directores y solistas fueron pasando por el atril para llevar a la práctica lo aprendido en una semana intensa, aunque supusiese cortar movimientos y unidad en las obras seleccionadas, es de entender que todos quisieran completar la clase final. El día anterior en Pola de Siero también fue «lectivo» con el alumnado igualmente entregado, como no podía ser menos, aunque la capital asturiana siempre parece imponer un poco más, lo que apenas se notó.

La auténtica protagonista fue la orquesta, plegada a las exigencias de siete directores, cada uno con su estilo y visión, sonando realmente profesional, convencida, entregada, todo un ejemplo a seguir, con muchos componentes que acumulan premios y experiencia, verdadera cantera que es ya una realidad.

Para comenzar una prueba difícil de concertación como es el Concierto para piano y orquesta, op. 15 nº 1 en do mayor, Mateo Iglesias Seoane fue el encargado del Allegro con brío con Marta Moldenhauer Zamora al piano, sonoridades definidas por parte de todos y buen entendimiento, destacando la limpieza de la cadenza solista.

El piano cambió de manos y «color», siendo mi admirada berciana Ana Sánchez Fernández quien lo finalizaría compartiendo directores, el «veterano» David Colado Coronas para un Largo realmente delicioso en limpieza y hondura, atención al protagonismo solista sin olvidar el subrayado necesario para estos movimientos que Beethoven irá desgranando en los cuatro conciertos siguientes, y el gallego Javier Fajardo Pérez-Sindín en el Rondó. Allegro scherzando, de difícil encaje rítmico bien controlado por el ímpetu contagioso de la solista que la batuta del también compositor supo comprender pese a la comentada «ruptura» entre movimientos, esta vez suplida por la continuidad de una pianista que respetó ideario propio y ajeno.

La Sinfonía nº 7 en la mayor, op. 92 requiere de una veteranía en los intérpretes unida a mucho estudio para poder saborear lo que el Beethoven escribió y Ceccato actualiza desde el magisterio que su biografía (Aurelio M. Seco la hará libro) corrobora. Cuatro movimientos para cuatro directores que conocen de memoria los detalles y una orquesta pletórica. El Poco sostenuto-Vivace lo llevó David Llano Díaz con aplomo, marcando claro y preciso. El hermosísimo Allegretto le correspondió a Alejandro López Márquez, con idea propia del tempo que brilló en casi todas las secciones, de nuevo aportando equilibrio entre madurez y juventud. El siempre exigente Presto fue delineado por otro veterano profesional como el capitán conquense afincado en León Julio César Ruiz Salamanca, con respuestas precisas a cargo de una orquesta convincente. Y el Allegro con brío de Pedro Bartolomé Arce puso el perfecto broche a sinfonía y concierto que hizo las delicias de un público heterogéneo donde además del privilegiado alumnado no faltaron compañeros, familiares y muchos músicos, aplaudiendo esta «última lección» del Maestro Ceccato, cercano y siempre fructífero en sus visitas académicas y profesionales.

Gracias a todos los que han hecho posible estas Clases Maestras para mantener el lema de «morir aprendiendo» aunque Beethoven siempre sea una inyección vital.

El rapacín de Candás volvió tras 150 años

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Lunes 8 de diciembre, 20:00 horas. Teatro Prendes, Candás: El rapacín de Candás (Gabriel Balart y Francisco García Cuevas). Juan Noval Moro (tenor), Yolanda Montoussé (soprano), Fabio Barrutia (barítono), actores del Grupo Cultural «Xana» de Perlora (Lucía Colunga, Enrique Molina, Carlos Arias Cancio, Rosa Ana Muñoz -y directora de escena-, Francisco Suárez), Coral Polifónica «Aires de Candás» (directores: Marco A. GarcíaElena Rosso), Orquesta Sinfónica «Miguel Barrosa», David Colado (dirección musical).


Tremenda expectación domingo y  lunes más allá de la capital de Carreño ante la recuperación de una obra titulada El rapacín de Candás que dormía en algún baúl pero que siempre tenemos la suerte de encontrarnos musicólogos y estudiosos capaces de recuperarlas, incluso rehabilitarlas ante el mal estado en que se encontraban, pudiendo decir eso de «estreno en tiempos modernos». Ramón Avello explica muy bien en su crítica de la función dominical aparecida este martes 9 en el diario El Comercio, cómo se rescata del olvido una obra que sin ser una joya del teatro lírico sí puede considerarse pionera de los sainetes escritos en asturiano:

Personalmente me sorprendió (como también a algunos conocidos, como un amigo que escribía «tiene partes musicales bonitas, pero finales reiterativos, repitiendo cuatro veces para llegar a la cadencia final. El argumento carece de mayor interés, se puede comparar a un sainete del teatro costumbrista. Le falta la parte cómica, los ballets, etc. de otras zarzuelas») que se doblase escena y canto, aunque supongo que el mayor peso de la parte hablada y además en asturiano, hacía difícil memorizarla a los cantantes, pese a ser más fácil que intentar que los actores cantasen, pues esto no es EE.UU. donde todos los estudios escénicos incluyen la música y el canto.

Que yo conozca los buenos actores que canten son más que los buenos cantantes actuando, aunque algo esté cambiando. Esta vez la separación no ayudó por situarlos abajo, detrás de la orquesta (que tampoco tenía foso) y ni siquiera los actores sobre el escenario estaban ubicados como los cantantes, teniendo un desesquilibrio ubicacional y resultando una suerte de «Escala en HiFi» que muchos de mi edad recordarán en blanco y negro, incluso las producciones de zarzuela donde creía que los actores cantaban hasta que conocí el «play back» con figuras de la lírica que tan solo ponían la voz, primando actores sobre cantantes. De los programas de mano a elegir en asturiano o castellano, tan solo el argumento, datos técnicos de los intérpretes pero sin recordar a los autores, compositor de la obra el catalán Gabriel Balart i Crehuet (1824-1893) junto a los textos o libreto de Francisco García Cuevas.

De lo vivido en la segunda función, nuevamente con lleno total, felicitar al elenco de actores de grupo perlorino, auténticos protagonistas, incluso a la coral local que sí formó parte de la escena, dirigidos por Elena Rosso, quien también formó parte de la acción sobre las tablas. Del trío solista escuchaba por vez primera al barítono y me reencontraba con la pareja principal tenor y soprano, aunque vocalmente no me aportaron mucho ni tampoco pienso que su ubicación ayudase.

Felicitar finalmente a los músicos del conservatorio local reforzados para la ocasión para conseguir una orquesta sinfónica que bajo la dirección de David Colado (quien también es responsable de la revisión y «rehabilitación» de la obra) sacaron adelante este entretenimiento que podía haber sido candasín o mierense, incluso leonés o lucense puesto que ese asturiano «amestao» aún se usa y entiende. Está bien recuperar patrimonio aunque la calidad no lo haga muy exportable, pero es nuestro y vuelve al pueblo. Hacer una grabación para conservar todo el documento sonoro supongo que no sería excesivamente caro aunque el estudio permita licencias que el directo no.

Dejo aquí recortes de prensa con comentarios, críticas y todo lo que este regreso movilizó en Asturias que tenía su capital lírica este puente festivo en Candás.