Domingo 9 de febrero, 19:00 horas. Auditorio de Oviedo, Conciertos de Invierno, «George Gershwin: el puente entre la música clásica y el jazz». Banda de Música «Ciudad de Oviedo», Henar F. Clavel (piano), David Colado Coronas (director).
Como bien se titulaba este concierto, George Gershwin es el puente entre la clásica y el jazz, o si se prefiere, la traslación sinfónica de la única música genuinamente estadounidense. El catálogo del pianista y compositor nacido en en el barrio neoyorquino de Brooklyn abarca muchas obras que hoy consideramos standards por lo conocidas que son en múltiples versiones, con muchas utilizadas en el cine -como las dos últimas de este concierto dominical- y verdadero avance al alcanzar el repertorio sinfónico, sin perder de vista que nacieron para las llamadas Big Bands, así que poder escucharlas por la Banda de Música «Ciudad de Oviedo» fue casi acudir a la fuente original, incluso con los arreglos del compositor y clarinetista belga Cornelius Marcel Peeters (1926-2020) o del japonés Naohiro Iwai (1923-2014), buenos conocedores de la instrumentación para banda que han hecho llegar repertorios «clásicos» a estas formaciones, verdadera auténtica cantera musical de ayer, hoy y siempre.
La Obertura Cubana calentaba motores con aires caribeños en aquellos tiempos donde La Habana era el gran casino de los yanquis, ritmos y melodías que nos recuerdan a melodías como El Cumbanchero o El manisero con clarinetes y saxos «emulando» a los violines sinfónicos junto a una percusión algo lejana pero manteniendo el empuje de esta página.
Aún recuerdo el año 1982 donde aprovechando el Mundial de Fútbol se representó por vez primera en el Campoamor la ópera Porgy and Bess con tantas melodías que han ido tomado vida propia en todas las versiones, así que el arreglo del músico belga estuvo más cercano al swing natural que a la lírica, de nuevo con una banda bien ensamblada, una percusión ajustada y bien cuidados los distintos temas por parte del maestro Colado.
Otro tanto sucede con Un Americano en París donde la película con Gene Kelly permanece en nuestra memoria. El músico japonés rehace esta página del neoyorquino dándole la magnificencia que otorga una banda sinfónica con contrabajo y arpa «de teclado» (a cargo de Lisa Tomchuk) más todo el poderío de los metales, un arreglo que nos permitió disfrutar de los excelentes solistas de la banda ovetense (muy bien la saxofonista Helena Maseda y la percusionista Susana Escaño con la bocina y flauta de émbolo), y un sonido compacto además de contundente en todas las secciones.
Y en este puente jazzístico desde la banda llegaba la Rhapsody in Blue, también muy cinematográfica en «Fantasía 2000» de Walt Disney, en Oviedo con la joven pianista Henar F. Clavel (Avilés, 2006). No es habitual encontrar la versión con banda en vez de orquesta porque la sonoridad es mayor y hasta los «colores» cambian, como todavía recuerdo en Barcelona ya hace años con la asturiana Carmen Yepes. El propio Gershwin la escribió originalmente para piano solo (con él en el estreno) y banda de jazz (donde no ponía los instrumentos sino el nombre de los músicos), con ese arranque de clarinete solo (hoy no muy inspirado). No hubiera estado mal reducir plantilla para acercarnos a la esencia porque la gran plantilla no permitió escuchar el piano con toda su presencia, y por momentos pareció un instrumento más en vez de solista, pero aún así no siempre se puede acceder a la versión con orquesta sinfónica y seguro que a la joven avilesina le vino bien poder trabajarla. Los solos demostraron su personalidad, jugando con los tempi y dejándonos casi al «Rachmaninov de Brooklyn» con algunas notas que se perdieron por el camino sin restarle valentía y fuerza. Henar Clavel tiene mucha carrera por delante y capacidad para afrontar cualquier repertorio, mas tendrá que «templar el ánimo» pues su ímpetu juvenil puede perderla (algo que curará con los años para alcanzar la madurez). La formación clásica da una técnica que es válida para todo, también para el jazz (mi recuerdo para Moisés P. Sánchez) pero me decanto por versiones más cercanas al original (recomiendo las de Michel Camilo) o sin miedos a mostrar esa «segunda vía» caso del propio Bernstein, todo un omnívoro como intérprete y compositor, por otra parte tan cercano al propio Gershwin que la tituló «Un experimento en música moderna», siendo otro estadounidense, Ferde Grofé, quien la arreglaría para orquesta.
De propina y sumándose como un atril más, la versión para banda del Danzón nº 2 de Arturo Márquez para dejarnos el calor de esta música cosmopolita de aires caribeños para esta tarde de domingo que llenó el Auditorio.
PROGRAMA
George Gershwin (1898-1937):
1.- Cuban Overture
2.- The Porgy and Bess Collection (arr. C. M. Peeters)
3.- An American in Paris (arr. N. Iwai)
4.- Rhapsody in Blue (solo Piano and Concert Band)
Propina: A. Márquez: Danzón nº 2.
























































