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El Sistema también tiene coral

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Lunes 25 de marzo, 19:45 horas. Teatro Filarmónica de Oviedo, Concierto 2067 de la Sociedad Filarmónica de Oviedo (número 6 del año): Coral Nacional Simón Bolívar, Lourdes Sánchez (directora), Calio Alonso (piano). Obras de Fauré y música sacra a capella.

Oviedo sigue pidiendo pidiendo a voces la «capitalidad musical» y este Lunes Santo en apenas 300 metros teníamos dos conciertos corales: un laureado El León de Oro en la Catedral y la Coral Nacional Simón Bolívar en gira por España, agradeciendo tener a la capital asturiana entre sus paradas. Mi opción fue la segunda pues a los asturianos les disfruto más a menudo como «leónigan» confeso, pero tenía mucho interés en escuchar esta sección coral de «El Sistema» venezolano también a iniciativa del recordado José Antonio Abreu, quien decidió cumplir otro sueño: tener un gran coro profesional tras lis infantiles y juveniles (como con la orquesta) que manejara un elevado nivel de repertorio académico. Así fue como nació la Coral Nacional hace 18 años de la que esperaba un mayor nivel si tenemos en cuenta no ya el número de voces, rondando las 90, sino el grado profesional de una formación que además traía un programa que es habitual en «mi LDO» más el Requiem de Fauré que se escuchó el pasado viernes en el auditorio, aunque esta vez reducido al piano (ya recalcaba El Sistema que «Será difícil, lograr la atmósfera interna de espiritualidad sin el cobijo que ofrece una orquesta sinfónica») y que de optar por esta versión hubiese preferido el órgano por la mayor gama tímbrica.

Para un coro profesional está bien alternar repertorios de distintas épocas así como jugar con distintas formaciones, todas bajo las manos de Lourdes Sánchez de «gesto académico» contenido y que no siempre encontró la respuesta esperada. Arrancaron las voces blancas con el Miserere de la donostiarra Eva Ugalde, la única donde la directora dio el tono desde el piano (preparado para la segunda parte), y debiendo parar para repetir ante la falta de afinación. Una versión muy «plana» antes de incorporarse las voces graves, colocándose a la derecha de las blancas y desde entonces un miembro del coro sería quien diese los tonos, para comenzar con el impresionante Nunc Dimitis a 8 voces de Holst. El «poderío» previsto se contuvo en parte por un desequilibrio entre las cuerdas, con unas sopranos demasiado presentes y unos bajos sin la rotundidad exigible para que todo estuviese mejor asentado. Del gran compositor argentino Dante Andreo su Tenebrae Factae Sunt adoleció de los mismos problemas, con tardanza siempre en las entradas que el gesto de Sánchez tampoco «ayuda», necesitando más equilibrio entre las voces, mejor pronunciación aunque en los finales siempre fuera exacta, sobre todo los «nasales» donde el coro sí se mostró disciplinado y siempre afinado.

Las siguientes obras de Gjeilo y Vila se interpretaron con la misma intención que las anteriores, demasiado planas para todo lo que hay escrito tanto del noruego del catalán (llena de emoción hasta en el propio texto), con una línea de canto muy homogénea de matices y fraseos, más la repetida falta de mejor articulación.

Las voces en Brahms sonaron más empastadas y afinadas, aunque el texto en alemán no marcó suficientemente las consonantes ni los balances, mejor las voces graves que las blancas otra ez desequilibradas en presencia, antes del grupo masculino, voces iguales con unos bajos limitados en volumen para nuestro gran Javier Busto que tiene en España coros que defienden mejor su repertorio, y esperaba que los venezolanos hubiesen bebido de las fuentes directas, pero la solemnidad la resolvieron con más volumen que expresión, perdiéndose el tapiz coral del doctor Busto.

Vuelta a las voces mixtas con nueva colocación flanqueando las blancas a las graves para el resto de esta primera parte que sacó a relucir de nuevo unas sopranos estridentes y unos bajos comedidos, olvidándose que también tenores y contraltos completan la tímbrica y textura coral. Y pese a enfrentarse a dos obras «barrocas» a 8 voces como las de Lotti o Salazar, la interpretación mantuvo la línea de las obras anteriores, carentes del estilo y entrega necesarias para ellas, sin la intensidad coral del italiano ni el misticismo del español.

Lo mejor de esta selección a capella vendría con el norteamericano Forrest y su Entreat Me Not To Leave You, pues al menos se entendió el inglés y el coro pareció más cómodo en esta obra con las voces entremezcladas, ganando en sonoridad global así como en el entendimiento con la maestra Sánchez.

En el centenario del nacimiento de Gabriel Fauré la coral de El Sistema optó por el Requiem en re menor, op. 48 con el excelente acompañamiento al piano del granadino Calio Alonso, que volvía a este escenario de la calle Mendizábal, aunque un órgano con pedalero hubiese sido mejor opción y evitar contar con tres o cuatro manos (de una componente del coro) en la segunda parte del Agnus o en el hermoso Sanctus.

Esta vez la «contención» vino bien para poder disfrutar de un buen barítono para el Hostias et preces tibi del Ofertorio y el Libera me, o la soprano en un Pie Jesu algo «destemplado» pero bien de emisión, ambos componentes de un coro que no siempre entró a tempo y los matices fueron los escritos por el compositor francés para esta serena misa de difuntos, aunque siga prefiriendo su Cantique de Jean Racine o incluso el menos escuchado Les Djinss, op. 12 para estas formaciones sin orquesta, pero se agradece el homenaje.

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La propina con un tenor desafinando y de nuevo el excelente piano de Alonso, una estática Baba Yetu de Christopher Tin, al menos con una maraca para darle el aire de alegría tras un concierto con música para esta Semana Santa que nos trajo a la Filarmónica esta Coral haciendo un esfuerzo que es de agradecer para la centenaria sociedad ovetense. En defensa de la «Coral de El Sistema» ante mi decepción aquí reflejada, dejo las palabras de la propia directora para el diario La Verdad: «… permitirá que muchos de los exmiembros de la coral, hoy artistas de carrera internacional y que viven en Europa, se sumen y canten con sus compañeros de siempre… Además, conocerán y apoyarán a los nuevos integrantes que participan por primera vez en una gira internacional. Esto representará un encuentro muy emotivo y bonito».

PROGRAMA

Primera parte:

Eva Ugalde (España, 1973): MISERERE.

Gustav Holst (Reino Unido, 1874-1934): NUNC DIMITTIS. Lucas, 2: 29-32.

Dante Andreo (Argentina, 1949): TENEBRAE FACTAE SUNT.

Ola Gjeilo (Noruega, 1978): SECOND EVE.

Josep Vila i Casañas (España, 1966): IN PARADISUM.

Johannes Brahms (Alemania, 1833-1897): SCHAFFE IN MIR, GOTT, EIN REIN HERZ.

Javier Busto (España, 1949): DE PROFUNDIS CLAMAVI.

Antonio Lotti (Italia, c.1667-1740): CRUCIFIXUS.

Antonio de Salazar (España, 1650-1715): O SACRUM CONVIVIUM.

Dan Forrest (Estados Unidos, 1978): ENTREAT ME NOT TO LEAVE YOU. Ruth 1: 16-17.

Segunda parte:

Gabriel Fauré (Francia, 1845-1924): REQUIEM en re menor, op. 48.

Introit et Kyrie –  Offertoire – Sanctus – Pie Jesu – Agnus Dei – Libera Me – In Paradisum.

Piano: Calio Alonso.

VII Gala Coraldanza 2014

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Sábado 17 de mayo, 19:00 horas. Auditorio Teodoro Cuesta, Mieres. VII Gala Coraldanza 2014, con la colaboración de  la Obra Social «La Caixa». Entrada: 1 kilo o 1 litro para «Amicos«.

Amplia y variada oferta para este sábado de climatología veraniega, pero nuevamente música y danza me traían al auditorio mierense para seguir coleccionando los abanicos-programa y haber vivido las de los años 2009 y 2010 con todo lo que supone el paso del tiempo. Pero Reyes Duarte sigue aglutinando y sumando personal que parece no cumplir años, excepto los pequeños que crecen tan rápido como envejecemos los demás.

Ahí estuvieron los Coros de la Escuela de Música de Mieres, el «Corín» (de 5 a 14 años, recientes triunfadores del concurso organizado por el Coro Reconquista de Oviedo) y el «Coro de la EM»(con altas y bajas pero siempre rondando las 40 voces, todo un triunfo), auténtica «marea naranja» defendiendo el grado profesional de nuestro Conservatorio y protestando contra los recortes, Verena Menéndez al piano electrónico, el Centro de Danza Karel, el guitarrista y cantante Francis Ligero, y la última incorporación, la cantante María Vega (componente de mi idolatrado LDO y del Coro de la Ópera de Oviedo, esta vez en solitario).

La fiesta de la música y la danza estuvo presentada nuevamente por el incombustible Alberto Cienfuegos Michel, capaz de cambiar de registro mejor que un teclado aunque «el inglés lo pronuncia sin acento» (el que lo pille para él) y el merengue del decisivo partido final de Liga le hizo madrileño. Finalmente una distinción de honor al equipo técnico de la Casa de Cultura por lograr tanto un sonido perfecto, difícil por las especiales características del evento, como una iluminación que pese a lo escasa demostraron que con buen gusto se es capaz de olvidar las carencias y escasez.

Imposible detallar las dos horas de espectáculo variado, alternando o combinando ambas artes y con agilidad entre ellos, sólo dejaré algunas fotos y unos breves comentarios.

El famoso «América» de West Side Story (Bernstein) tomó vida con las chicas de Karel, baile adaptado con colorido y buen hacer, con dirección de Isidro Herrero y la artística de Virginia Herrero, coreógrafa junto a Ana Losa, una de las bailarinas del grupo.

El «Corín» de Reyes sigue siendo cantera, entretenimiento y sobre todo formación musical, la que para wertgüenza de nuestra casta política quiere eliminar de la educación obligatoria, se atrevió con cinco temas difíciles pero con nota, acompañados al piano por Verena: Ave María (Dante Andreo), la penumbra con guantes blancos y lenguaje de signos para el siempre emotivo Can You Hear me? (Bob Chilcott), la conocida habanera La Bella Lola con movimiento marinero de los peques, el popular tema de ABBA Chiquitita (B. Anderson – G. Ulvaeus) que contó con un acompañamiento de excepción a cargo de los chelos de con el dúo de Victoria López Cortina y Aníbal Mortera Pariente, en arreglo de J. L. Blasco, y Someone Like You (Adele Adkins – Dan Wilson) tema de la cantante británica Adele arreglado por Mac Huff con dos solistas en primer plano que brindaron una interpretación actual y conmovedora en conjunto, arrancando lágrimas en más de uno, con musicalidad unida a la naturalidad de unas voces limpias, claras y afinadas que fueron quienes más aplausos tuvieron por parte del respetable.

Volvía el baile llamado español con cajón, palmas y la guitarra con voz de Francis Ligero sobre una base instrumental pregrabada para Noches de Bohemia que popularizasen Navajita Plateá, y dos «palos» Rondeña y Sevillana más que de academia, teatrales, arte en estado puro demostrando que Asturias también da bailarinas capaces de transmitir el sentimiento del sur.

Originalmente las familias del alumnado de la Escuela de Música y Conservatorio de Mieres formaron con el impulso de la vehemente Reyes Duarte un coro de adultos que ha ido evolucionando para montar un repertorio alegre, coreografías que enriquecen la propia música, siendo desde hace años el «Coro de la EM de Mieres» que ha ampliado la oferta coral del concejo.

La versatilidad y madurez de este coro, esta vez «a capella», quiso ofrecer dos ejemplos a tres voces iguales, primero las damas que cantaron el bolero de Agustín Lara Solamente una vez (armonizado por A. Velasco) y después los caballeros con la mexicana Cielito Lindo (arreglo de J. Ismael Coca Araníbar).

Ya a cuatro voces mixtas Las mañanitas (arr. J. L. Fdez. Coll) y la popularizada por Lee Marvin en la película «La leyenda de la ciudad sin nombre» ahora en arreglo coral de José Luis Blasco Estrella errante (A. Lerner – F. Loewe), silbando de espaldas antes de girarse para ofrecernos una buena versión por parte de la formación coral del «conser».

También de película resultó The Lion Sleeps Tonight (Weiss – Peretti – Creatore) con la percusión de una darbuka, el piano y una coreografía para la ocasión en arreglo de Raimundo Coello que los mayores, incluyendo a su directora, disfrutaron como niños con este rey león.

© Foto: Amor Muñiz

El cine parecía ser hilo conductor al aunar baile y voz en directo que pondrían el momento álgido con María Vega cantando con el acompañamiento de Verena Menéndez el hermosísimo tema de «Romeo y Julieta» (1996) Kissing you -Des’ree song- (Tim Atack) mientras seis bailarinas dibujaban un plástico cuadro de baile (enlace al vídeo en YouTube©).

Nuevamente con Francis Ligero a la guitarra y Virginia Herrero al baile devolvieron lo flamenco con una Bulería-vals de punteo, rasgueo y bata de cola sinfín que requiere mucho oficio y arte para moverlo como pudimos disfrutar (algo podemos apreciar en la foto  aunque mejor en el vídeo enlazado de Reyes Duarte).

El canto del pueblo, un poema de Juan Luis Álvarez del Busto para el Coro Peña Rebollera de Cudillero fue recitado con hondura y buen fraseo por Fernando Llaneza sobre el fondo vocal de los coros entonando a boca cerrada Asturias patria querida antes de ponernos en pie con la versión «oficial» y la posterior ceremonia de entrega de recuerdos.

© Foto: Beatriz Jara

Mi más sincera felicitación a Reyes Duarte, pues sin ella siete años uniendo «sus pasiones» no hubieran sido posibles. De hecho ha comenzado a preparar la octava…