Miércoles 23 de julio, 20:00 horas. Club La Nueva España: Conferencia-presentación «La Regenta y el Teatro Lírico». En torno al espectáculo «La Castalia en Vetusta».

Como aperitivo a la I Edición Ópera-Studio que se celebrará el próximo martes 29 de julio a las 20 horas en el Teatro Filarmónica, con entrada libre hasta completar aforo, esta tarde teníamos la presentación y posterior conferencia sobre el espectáculo que organiza la Asociación «La Castalia» heredera de la que se fundó en el siglo XIX, presidida por Begoña García-Tamargo, quien haría de presentadora, el director de escena Íñigo Santacana más la doctora Ana Cristina Tolívar, bisnieta de Clarín y toda una autoridad en Leopoldo Alas, que nos expondría la relación de su bisabuelo con la lírica en Oviedo reflejada en su obra maestra «La Regenta» que ahora cumple 140 años de su publicación.

La profesora y directora artística García-Tamargo comenzaría adelantándonos esta nueva apuesta de «La Castalia», por vez primera en el formato de «Ópera-Studio» centrada en la creación lírico literaria con fragmentos de las óperas y zarzuelas citadas por Clarín, con gran relevancia de ambos géneros en muchos capítulos. No faltaron los agradecimientos a todas las instituciones que colaboran, Ayuntamiento de Oviedo desde distintas concejalías, al diario La Nueva España, al Centro RETO por participar de manera altruista en toda la escenografía, a los artistas participantes (dejo al final copia con sus nombres), a Mª Luz González Peña, siempre colaborando con «La Castalia» desde el archivo de la SGAE por su ayuda con los materiales utilizados, y a los musicólogos de la Universidad de Oviedo los doctores Mª Encina Cortizo  y Ramón Sobrino, pareja de indispensables por el conocimiento en la materia y su inestimable apoyo a «La Castalia del siglo XXI».

A continuación realizaría la presentación de los dos conferenciantes y sus currículum, tanto el de la doctora Ana Cristina Tolívar Alas como del director de escena donostiarra Íñigo Santacana.

Sería Ana Cristina quien profundizaría en su conferencia sobre La Regenta y el teatro lírico. Comenzaría el 19 de abril de 1868 citando cómo Clarín escribe en el periódico sobre música tras escuchar una Norma en el ovetense Teatro de El Fontán (hoy Biblioteca de Asturias), su paso por Madrid y los sucesivos viajes entre Oviedo y la capital de España. Anécdotas como la carta que en 1868 escribe a Bretón y su proyecto de una ópera española que Don Leopoldo no veía claro, especialmente por la politización a la que podría verse abocada. No faltarán sus críticas varias de las representaciones a las que acudirá desde niño y su admiración por Wagner, pues la música siempre tiene protagonismo en su obra, con preferencias por los compositores germanos y un buen conocedor de Eduard Hanslick.

De su bisabuelo recordará la amistad con el músico Anselmo González del Valle, quien probablemente le iniciaría en la música, aunque sería Víctor Sáenz, fundador de «La Castalia» y una familia muy musical, sobre todo su aventajada alumna, y que sería mujer de Clarín, Onofre García-Argüelles, a quien el escritor solía rogarle con frecuencia que cantase una romanza que al mismo tiempo interpretaba al piano. Para los curiosos y estudiosos, la profesora Tolívar Alas tiene en el nº 23 de Los Cuadernos del Norte (1984) un excelente trabajo titulado «La música en «La Regenta»» así como el titulado «Clarín y el teatro lírico» que se puede consultar en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Ya centrándose en las referencias musicales de «La Regenta» la filóloga nos hablaría de un Paseo por una sinfonía llamada Vetusta con citas varias a obras de otros compositores como Martínez Burgos, la ópera de Marisa Manchado y Amelia Valcárcel, o directamente las que cita el propio Clarín, caso del Stabat Mater de Rossini, que le sirve para criticar la teatralización de las obras religiosas y cuya música va a producir en Ana Ozores la decisión de desfilar como penitente el día de Viernes Santo (citando fragmentos de los capítulos XXV y XXVI).

De las obras citadas por Leopoldo Alas y su relación con la época parecen coincidir con representaciones donde La Castalia participaría activamente en el Oviedo que Clarín convertiría en Vetusta. Primero las dos óperas, Norma y La Favorita con sus famosas arias («Casta diva» y «Spirto gentil»), paralelismo de castidad y carnalidad con citas varias en «La Regenta» y sus personajes. De La favorita  cita al tenor ovetense Lorenzo Abruñedo con Víctor Sáenz al piano, pero también El barbero de Sevilla y el paralelismo entre Rosina y Ana Ozores que cita Fermín de Pas por despertarse con unos gritos, así como Víctor Quintanar y su obsesión por la ópera identificándose con Don Bártolo.

Interesante la citas clarinianas de La Favorita y La Sonámbula que “canta” Paco Vegallana, la ópera francesa con el Fausto de Gounod, y hasta La dama de las camelias en que se inspira Verdi para La Traviata con una gaita «tocando» el famoso brindis. De su amor por Donizetti tampoco falta el aria «Decio, signor del mondo» de Poliuto, y hasta Meyerbeer con Los Hugonotes (ópera que inaugurará el Teatro Campoamor al que Clarín propone el nombre). Víctor  Quintanar recuerda en la novela a un tenor de Valladolid comparándolo con Gayarre o la cita al famoso cuarteto de Rigoletto y «La donna è mobile» que aparece también. Hay una cita de 1883 a la compañía madrileña “Los bufos” que estuvieron en Oviedo y más citas de La Traviata como la referencia al «amor de padre». Los títulos y textos se cantan en italiano como era costumbre de la época de Clarín.

Y si la ópera aparece con frecuencia, también la zarzuela: Marina y El dominó azul (Arrieta), El relámpago (Barbieri) o Los magyares (Gaztambide), todas en el repertorio de aquella Castalia decimonónica «con sus esforzados cantantes», así como dos páginas que merecen destacarse por haber caído en el olvido: La isla de San Balandrán (Oudrid) y Beltrán y la Pompadour (José Casares). De todas formas en «La Regenta» aparece más ópera que zarzuela, entonces «asociada al ridículo o la ruina moral». Finalizaría la doctora Tolívar Alas dando las gracias a los musicólogos que colaboraron en la documentación aunque imposible escucharlas todas en el espectáculo pero siendo una selección ajustada.

Finalmente Íñigo Santacana nos hablaría de la sinopsis, la dramaturgia y la selección de los extractos más representativos de «La Regenta» donde la zarzuela también aparece con muchos títulos no representados, y contar con la experta Ana Cristina Tolívar resultó fundamental en el montaje. El espectáculo está ubicado en 1890 ensayando en La Castalia los temas de «La Regenta» con una actriz que es la propia Ana Ozores (sin citarla), con el el conflicto al aparecer en medio e intentar integrarla en el montaje. Lo meta-teatral logra dar dos planos: los personajes reales de la primitiva Sociedad La Castalia (Clementina Bertrand, Lola García, Luisa Bontel, Álvaro Olay, Víctor Sáenz) ensayando las obras, más el ficticio de Ana Ozores en un juego de los personajes de la novela universal de Clarín y los reales. Hay otro nivel con el  dúo de Fausto (Gounod) y Margarita ligados a la novela y sus propios personajes. El trabajo ha supuesto todo un reto vocal e interpretativo pues no salen nunca de escena y deben saber cuándo pasar de un plano a otro. Al final en el coloquio le preguntarían por las luces, que estarán a cargo de Eduardo Espina (del Centro Niemeyer de Avilés), tan importantes en toda producción y en este caso «muy poéticas».

Begoña García-Tamargo remarcaría que esta producción es especial entre otras cosas por darse y vivirse en Oviedo, convencida que pasará a la historia, con un duro trabajo de ocho horas diarias y todas las dificultades técnicas, destacando el enorme esfuerzo del pianista Juan Carlos Martín con todas las voces, muchas ya conocidas de anteriores cursos y algunas haciendo ya carrera profesional, a saber: Vilma Ramírez (soprano), Noive Solar (soprano), María Heres (mezzo), Aitor Garitano (tenor), Ángel Simón (barítono) y Laura Iglesias (actriz).

Las puertas del Teatro Filarmónica se abrirán el próximo martes 29 de julio a las 19;30 horas y pide no asustarse por la larga cola habitual, pues el aforo de 700 butacas es suficiente para poder disfrutarlo todos quienes acudan al mismo.

Finalmente remarcará que el vestuario y los muebles de la época darán mayor credibilidad a un espectáculo que mantiene el mismo espíritu de La Castalia del XIX en el XXI. Avanza igualmente que el 25 de octubre habrá otro espectáculo (ópera de cámara con ballet, coro, cuarteto de cuerda…) que se presentará en su momento, y a propósito del citado Stabat Mater de Rossini recuerda que será la inauguración de la próxima temporada de los Conciertos del Auditorio que recomienda a todo el público que llenó el Club LNE.

#LaRegenta140