Este viernes 31 de enero a las 10.30 horas se presentaba en el Salón de Te del Teatro Campoamor de Oviedo la decimosegunda edición del Ciclo Primavera Barroca titulada «La fiesta de la gran música», una de las iniciativas culturales referentes del ámbito nacional en la llamada interpretación musical historicista. Promovido por el CNDM y la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, ahí estuvieron Francisco Lorenzo y David Álvarez como responsables de ambas instituciones así como Cosme Marina, director artístico y coordinador del ciclo.
El concejal de Cultura volvió a poner de relieve la importancia que Oviedo tiene como capitalidad musical y este ciclo alcanza la XII edición que supone afianzar esta seña de identidad de la capital asturiana (tras el paso el lunes de Klaus Mäkelä y Janine Jansen con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, otro hito), desde una labor que el tiempo está asentando y ganando abonados más un público fiel a estos conciertos donde estarán figuras del panorama internacional, algunas ya conocidas en otros ciclos asturianos pero que en esta primavera, que llega en invierno, volverán a satisfacer las exigencias de los melómanos con el nivel a que nos tienen acostumbrados.
Francisco Lorenzo corroboró las palabras del presidente, la estrecha colaboración que en los «quince años de pasión por la música» del CNDM (como el propio Lorenzo escribe en la presentación del libro de la temporada) y los vínculos tanto con el Ayuntamiento de Oviedo como la colaboración de sus dos conservatorios (Profesional y Superior) más la Universidad (con la incombustible pasión de Ramón Sobrino), a quienes agradeció su presencia y apoyo incondicional. También se incluye a Oviedo en el ciclo de Jazz (otro que aumenta oferta y abonos en la capital), programando estos «Circuitos» donde figura nuestro ciclo barroco, manteniendo su apuesta por la recuperación histórica de nuestro patrimonio musical con estrenos en nuestro tiempo de compositores como Hernández Illana (ca. 1700-1780) o Diego Pérez de Camino (1738-1796), así como las mujeres compositoras, citando a la francesa Élisabeth Jacquet de La Guerre (1665-1729), todos con intérpretes reconocidos que Cosme Marina detallaría posteriormente.
La programación consta de seis conciertos que tendrán lugar del 4 de marzo al 22 de mayo, sumándose el ciclo de conferencias con algunos de los artistas del ciclo.
En esa media docena de conciertos sonará música de los siglos XVII y XVIII con Diego Ares (que interpretará «las Goldberg» de Bach), Lina Tur Bonet al frente de Musica Alchemica, con un doblete de Vivaldi más Bach, La Guirnalde de Luis Martínez Pueyo junto al contratenor Alberto Miguélez Rouco (artista residente del CNDM esta temporada), recuperando patrimonio hispano, el esperado grupo francés Nevermind (poder escucharles con «sus compositores» de referencia como Élisabeth Jacquet de La Guerre , Jaques-Martin Hotteterre o F. Couperin será una de las citas imperdibles), el sopranista más solicitado del momento, el venezolano Samuel Mariño junto al Concerto d’Cavalieri traerá el 12 de mayo su espectáculo «Delirio amoroso», un repaso por obras muy conocidas de autores como Haendel, A. Scarlatti, Vivaldi, Porpora o Stradella. Para cerrar el ciclo y celebrando el 500 aniversario de Palestrina la vuelta de Vox Luminis a Oviedo para interpretarnos la Missa del Papa Marcelo en la Sala de Cámara del Auditorio, de acústica ideal para este ciclo que ya es cita obligada en «La Viena española».














