Aún cerrando detalles de la actual temporada y como en mis tiempos docentes que parecen lejanos, ya vamos perfilando la siguiente y como los escolares organizamos por cursos preparando la cartera, porque en la oferta de Oviedo no nos falta de nada: ópera, zarzuela, barroco, bandas de música, nuestra OSPA y un ciclo que alcanza cotas increíbles.
Los Conciertos del Auditorio de Oviedo junto a las Jornadas de Piano «Luis G. Iberni» han dejado muy alto el listón de este 2022-23, pero para la próxima temporada se cumplen las bodas de plata o lo que es igual, 25 años de este edificio diseñado por Rafael Beca que se ha convertido en el templo musical asturiano, albergando también este ciclo que sigue poniendo a la capital del Principado en el mapa de los circuitos europeos. «La Viena Española» mantiene unos niveles de calidad generadores de riqueza (existe y me consta un turismo musical) con figuras míticas, formaciones de primera y la entrega de un público que valora al máximo estas programaciones así como a su responsable, el incombustible Cosme Marina, contando con un nuevo consistorio municipal salido de las últimas elecciones, donde estrenamos un concejal de cultura como David Álvarez, un melómano que esperamos con tanta ilusión como él por mantener o incluso aumentar la apuesta por esta «capitalidad musical» con la que suele etiquetar (o poner el «hastag») sus tweets donde podemos seguirle esa pasión compartida por tantos asturianos.
Como se puede ver en el avance que figura aquí, siempre sujeto a cambios inesperados aunque la pandemia ha demostrado que en Asturias somos resistentes y resilentes, hay retornos esperados porque Oviedo les acogió como su segunda casa, desde las voces de Orliński con Il Pomo d’Oro, los «tops» Ermonela Jaho o Javier Camarena con la OFil y Lucas Macías, pianistas tan queridos como Maria João Pires, siempre un lujo escucharla en vivo, el maestro bilbaíno Joaquín Achúcarro que mantiene un idilio con Oviedo desde sus primeros años en la Sociedad Filarmónica, la avilesina Noelia Rodiles que está en esta nueva generación de reconocidos intérpretes herederos de «nuestros mayores», sumando a otro grande como Igor Levit con la NDR Elbphilarmonie Orchestra y Alan Gilbert en la dirección, o tomando nota de Yulianna Avdeeva entre los debutantes para recordar a Luis G. Iberni.
La presencia de asturianos internacionales tampoco puede faltar en este ciclo, con Aarón Zapico dirigiendo a Forma Antiqva junto al clavecinista Diego Ares, o nuestro LDO en un Requiem de Verdi comandado por Lucas Macías al frente de la orquesta titular de este ciclo con cuarteto de solistas muy esperado.
Regresos que no dejan nunca indiferentes como Christina Pluhar con L’Arpeggiata y también lista de solistas destacados como las violinistas Liza Ferschtman (junto a la Orquesta Hallé de Manchester con Kahchun Wong de director), la auténtica «revelación» de nuestra María Dueñas que vendrá nada menos que en compañía de la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen y Paavo Järvi, otro concierto de esperar un lleno total, sin olvidarme de Ellinor D’Melon que actuará con la ONE a la que esperábamos hace lustros nos visitase en sus salidas de Madrid, esta vez dirigida por el cántabro Jaime Martín, otro intérprete «de casa» que supongo habrá influido en esta parada «obligada».
Siguiendo con figuras internacionales, el excelente cellista Jean-Guihen Queyras con la Philharmonia Orchestra de Londres y Sir John Eliot Gardiner (que esperemos no vuelva a llamar la atención a los maleducados que aumentan con los años), manteniendo estas «querencias asturianas», junto a batutas como la esperada mexicana Alondra de la Parra que dirigirá a nuestra OFIL, envuelta en alguna que otra «polémica«, el «Bach nuestro de cada año» no faltará con la Pasión Según San Juan por La Cetra Barockorchester Basel & Vocalconsort Basel con Andrea Marcon, sinónimos de calidad, y esperaremos el cierre «estratosférico» de la Gustav Mahler Jugendorchester que dejará en la cumbre con Kiril Petrenko una temporada no de plata sino dorada que espero poder contar desde aquí.





