Futuro románticamente joven
20/11/2021
Pablo Siana
Asturias, clásica, conciertos, estreno, música, Música contemporánea, piano, sinfónica
Alexandra Dovgan, Auditorio de Oviedo, Chopin, conciertos, estreno, Gabriel Ordás, Lucas Macías Navarro, música, Oviedo Filarmonía, Schumann
Jueves 18 de noviembre, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo, Jornadas de Piano “Luis G. Iberni”: Alexandra Dovgan (piano), Oviedo Filarmonía, Lucas Macías (director). Obras de: G. Ordás, Chopin y Schumann.

Crítica para La Nueva España del sábado 20, con los añadidos de links (siempre enriquecedores), fotos propias y tipografía, cambiando muchos entrecomillados por cursiva que la prensa no suele admitir.
Primero un nuevo estreno de
Gabriel Ordás (1999) para la
Oviedo Filarmonía, último del
Proyecto Beethoven, con un preludio y fuga sinfónico de título muy actual (
Hip-Hop Fugue!) pero escrito con un lenguaje cargado de la madurez académica que el compositor ovetense tiene tras años de trabajo y experiencia en su aún corta pero ya extensa carrera, obra con sello propio de orquestación muy rica, inspiración en el genio de Bonn que sigue siendo referente para los compositores actuales, partitura rica y bien defendida por
Lucas Macías que está en su “momento dulce” al frente de la orquesta de la capital sacando sonoridades compactas.

La pianista
Alexandra Dovgan (2007) es un prodigio que no tiene
nada de niña, pues su interpretación del
Concierto para piano nº 2 de Chopin fue para cerrar los ojos y escuchar cada movimiento lleno de delicadeza, honestidad, fidelidad a la partitura y perfectamente concertada por el director titular, página maestra digna de una intérprete con más años de los vividos. Su personalidad y madurez son dignas de elogio y admiración, la grandeza musical permite estos regalos, como lo fue igualmente la
Mazurca op. 17, nº 4 en La m. del
compositor polaco, donde
la rusa ha demostrado que se puede aportar genialidad a su edad, el mismo idioma para ambas obras donde el protagonismo del piano en sus jornadas fue absoluto.

El
repertorio sinfónico del siglo XIX sigue vigente y necesario no ya para el público en general sino para toda orquesta, prueba de fuego en cada atril, así como exigente para los directores que afrontan obras muy conocidas donde aportar algo nuevo siempre es difícil.
La Sinfonía nº 3 en mi bemol mayor, op. 97 de
R. Schumann, “Renana”, resultó ideal para examinar el estado de la
OFil que no defraudó en ninguno de los cinco movimientos, interiorizada por el maestro
Macías que además de la claridad en el gesto, fue dotando de color y vitalidad esta sinfonía compuesta en Düsseldorf donde los aires populares flotan tanto en el aire como en la propia partitura. Cada sección tuvo sus momentos de gloria, destacando especialmente los metales bien empastados cual órgano catedralicio en Colonia (donde
parece haberse inspirado el compositor alemán), y sonoridad global muy trabajada desde el podio, echando de menos un mayor peso de las cuerdas graves que siguen necesitando más efectivos, aunque el control de las dinámicas por parte del
director onubense ayuda a subsanar carencias.

Concierto lleno de una juventud muy madura, romanticismo como forma de entender la música y optimismo, siempre moderado en tiempos de pandemia, al comprobar que el público del auditorio sigue fiel, Oviedo recupera los aforos totales, completando una oferta musical rica y única en “La Viena del norte español”, con función de
ópera en el Campoamor a la misma hora, lo que nos hace presumir a los melómanos de capitalidad cultural, siempre hambrientos del directo aunque mantengamos la mascarilla.
Nov 20, 2021 @ 20:52:46
La intervención de Alexandra Dovgan me pareció de una sincero y hondura impresionantes. Si Dios quiere llegara a niveles muy muy altos, si es que no lo está ya.
Nov 20, 2021 @ 22:03:22
Gracias Pablo por esta crítica exhaustiva. Tal vez mereciese la pena encontrar un enlace que permitiese apreciar el concierto n⁰2 de Chopin. No está disponible en el enlace que propones.
Saludos