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Lírica para jóvenes con talento

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Viernes 13 de enero de 2023, 19:30 horas. Auditorio Principe Felipe, Oviedo. Gala Lírica Jóvenes Cantantes Españoles. María Zapata (soprano), Carmen Artaza (mezzo), Antoni Lliteres (tenor), Carles Pachón (barítono). Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), Coro de la Fundación “Princesa de Asturias” (dirección: José Esteban García Miranda); Lara Diloy (dirección musical). Obras de Mozart, Rossini, Donizetti y Bellini.
Critica para Ópera World  del sábado 14, con los añadidos de links (siempre enriquecedores), fotos propias y de las RRSS, indicando la autoría, y tipografía que a menudo la prensa no admite.
Acercándose el “Ernani” verdiano que cerrará desde el día 29 del presente la 75 temporada de la ópera ovetense, la más antigua de España tras la del Liceu barcelonés, este viernes era el momento de celebrar con los jóvenes talentos de casa este aniversario, continuando una seña de identidad desde aquel 1948, dando oportunidades y creyendo en las voces españolas que triunfarían por escenarios mundiales.
Gala con cuatro voces que ya no son promesas sino realidades como también la batuta de Lara Diloy, directora asistente a lo largo de esta temporada de celebraciones que se ponía al frente de la OSPA en un programa consensuado con los intérpretes, siguiendo una lógica que marca la siempre difícil carrera operística comenzando con el “necesario” Mozart para las voces, la complejidad de la aparente sencillez en la primera parte que ayuda en el estudio de todo intérprete, también y especialmente para la voz, más una segunda parte de “bel canto” con Rossini y Donizetti que no faltan en las temporadas líricas cerrando con un Bellini de lujo donde disfrutar también del Coro de la FPA que primero nos dejó con la OSPA el célebre coro de Don Pasquale, todo un regalo para una formación más sinfónica que lírica demostrando la calidad musical asturiana en esta velada, oportunidad única para cuatro talentos que dejaron lo mejor de ellos sobre las tablas de un auditorio con una excelente entrada.
De la OSPA nada que descubrir, casi camerística con un Mozart algo descafeinado donde Diloy se limitó a marcar cuando la plantilla era ideal para esta primera parte, matizando lo mínimo para unas voces algo desiguales, especialmente en La clemenza di Tito donde el tenor mallorquín Antoni Lliteres no acertó con la línea de canto a diferencia del barítono catalán Carles Pachón dominador desde su primer aria “Hai già vinta la causa?” así como en el dúo con ArtazaIl core vi dono” y su aria “Parto tu ben mio” junto al excelente clarinete de Andreas Weisgerber, de lo más aplaudido de la velada.
Otra oportunidad perdida en el trío “Soave sia il vento” del Così del que hubiésemos esperado más calidez global. Las arias, dúos y cuarteto final mostraron buen empaste en los cantantes, con la poderosa soprano ovetense María Zapata y la mezzo donostiarra Carmen Artaza de bello color en todo su registro.
La obertura rossiniana de Semiramide con que se abría la segunda parte, careció de la chispa necesaria y un poco más de contrastes y dinámicas hubiesen venido bien pues la OSPA tiene todos los recursos para ello, quedando mermada en comparación con el aluvión posterior, nuevamente Pachón triunfando con el “Largo al factotum” del Barbero sin piedad orquestal en los matices, Artaza deleitándonos con “Una voce poco fa” sentida y medida antes del ya citado coro “Che interminabile” del Don Pasquale para disfrutar de la gran masa vocal, especialmente las mujeres, en una página donde esta vez lo humorístico sí predominó..
Aún quedarían tres momentos más: el dúo Lliteres-Zapata del Poliuto donizettiano bien ensamblado y equlibrado, la conocida furtiva lágrima donde el catalán mostró su mejor vocalidad, y el lujo de la “Casta diva” final con la que la soprano ovetense disfrutó en la plenitud sinfónico-coral haciéndonos partícipes de ello.
El regalo del cuarteto y coro del Alceste de Gluck puso el broche final de esa gala donde los llamados “viernes de ópera” están llamados a ser no ya una oportunidad para las nuevas voces sino una necesidad para los aficionados asturianos de poder presumir con los años de haberlas escuchado en el Campoamor. Hay talento, trabajo y muchas ganas de ópera en la capital asturiana, pese a los agravios económicos con otras temporadas españolas, pero la apuesta de futuro de la Fundación Ópera de Oviedo es firme e inasequible al desaliento.
Ficha: Auditorio Príncipe Felipe, Oviedo, viernes 13 de enero de 2023, 19:30 horas. Gala Lírica Jóvenes Cantantes Españoles.
Programa:
I PARTE: MOZART
Le nozze di Figaro: Obertura.
• Aria de barítono “Hai già vinta la causa?”.
Così fan tutte: aria de soprano “Come scoglio…”.
• Dúo barítono-mezzosoprano “Il core vi dono…”.
La clemenza di Tito: aria de tenor “Del più sublime…”.
• Aria de mezzosoprano “Parto, ma tu ben mio…”.
Così fan tutte: Terceto barítono-soprano-mezzo “Soave sia il vento…”.
La finta semplice: cuarteto mezzo-tenor-soprano-barítono “Bella cosa è far l’amore…”.
II PARTE: ROSSINI-DONIZETTI-BELLINI
Rossini:
Semiramide (Obertura).
Il barbiere di Siviglia: Aria de barítono “Largo al factotum…”.
• Aria de mezzo “Una voce poco fa…”.
Donizetti:
• Coro “Che interminabile…”. Don Pasquale.
• Duo tenor-soprano “Ah fuggi da morte…”. Poliuto.
• Aria tenor “Una furtiva lagrima…”. L’elisir d’amore.
Bellini:
• Aria soprano y coro “Casta diva…”. Norma.
Reparto:
María Zapata (soprano) – Carmen Artaza (mezzo) – Antoni Lliteres (tenor) – Carles Pachón (barítono).
DIRECCIÓN MUSICAL: Lara Diloy. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). Coro de la Fundación “Princesa de Asturias” (dirección: José Esteban García Miranda).

Una medalla de oro para la ópera en Oviedo

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El lunes 26 de septiembre a las 12 horas tuvo lugar la entrega de la medalla de oro de la capital asturiana a la Fundación Ópera de Oviedo en el marco del histórico Teatro Campoamor, verdadero templo de la lírica española inaugurado hace 130 años y que desde hace 75 años mantiene la segunda temporada de ópera más antigua por detrás del Liceo barcelonés.

Mientras sonaban las «Escenas asturianas» del siempre recordado Benito Lauret a cargo de la Oviedo Filarmonía dirigida por Lara Diloy, iban acomodándose en el teatro autoridades civiles, militares, artística, docentes, mecenas, colaboradores, abonados y público que no querían perder esta matiné donde una de las señas de identidad de la capital del Principado acogía un acto emotivo para muchos que consideramos este coliseo como nuestra segunda casa. No pude dejar de recordar a mi abuelo Pachín con quien acudía en 1971 a mi debut operístico desde «gallinero» con un «Andrea Chenier» cantado por Pedro Lavirgen, el inicio de una pasión que me acompaña desde entonces. También a mis tíos Paco (presente desde otro Paraíso) y Mari Luz (que continúa asistiendo desde su juventud), y cómo no, a músicos conocidos que estuvieron en ese foso (César San Narciso, Rafael Veses, Carlos Luzuriaga, Alfonso Ordieres), a los actuales, a los aficionados que tanto me enseñaron en las tertulias de los descansos,  (especialmente a Octavio Núñez o Lalo) o la afición mierense de los Enrique Álvarez, Cienfuegos, Ocio y tantos más, hoy «presentes» en el escenario representados por Luis Álvarez «Payares» -también cantor en coros y hasta comprimario- a quien reconocí nada más levantarse el telón junto a un elenco con los imprescindibles que forman esta familia lírica: artistas, empleados de la Fundación, escritores, críticos, mecenas y abonados.
Comenzaba el primer acto con la obertura de la Manon (Massenet), título que abría la temporada de 1948, con Lara Diloy, asistente de la dirección musical de la temporada, al mando de una Oviedo Filarmonía imprescindible en el foso antes de que la mezzo carbayona María José Suárez y la soprano allerana Beatriz Díaz presentasen sobre las tablas la representación en escena.
Si las voces femeninas hacían la presentación, subirían cual tenor y barítono Alfredo Canteli, alcalde de Oviedo, y Juan Carlos Rodríguez Ovejero, presidente de la Fundación Ópera de Oviedo, ocupando las butacas en el centro mientras en un lateral cual atrezzo se veía la medalla y el pergamino.
Continuaría esta parte protocolaria con la lectura a cargo del secretario municipal del acta de concesión  del máximo galardón del consistorio ovetense, otorgada por unanimidad de todos los grupos políticos, lo que en estos tiempos marca un hito que sólo la lírica es capaz de aunar sentimientos y reconocimientos.
Nadie mejor que otro ovetense de genes operísticos, como Emilio Sagi, para hacer llegar en vídeo no solo el saluda sino el lógico razonamiento de esta muy merecida medalla, dando comienzo al propio ceremonial de entrega de tan alta distinción.
Discurso de Rodríguez Ovejero que no se olvidó de sus predecesores Jaime Martínez o Luis Álvarez Bartolomé (sus viudas recibieron el cariñoso aplauso de todos los presentes), de la historia operística ovetense, de esta temporada que celebra las bodas de platino (o mejor de brillante), agradecimientos varios, reflejar lo que supuso para ellos la temporada pandémica, un verdadero reto del que salieron airosos, y doy fe de ello, de la apuesta por títulos nuevos, y por todo lo nuestro desde los ámbitos más variados, así como recordarnos que la ópera en Oviedo es un verdadero motor económico por el que todos deberemos apostar y potenciar.
El «aria final» estuvo a cargo del alcalde, quien incidió en lo anteriormente expuesto por el presidente, de nuevo el reconocimiento a la temporada pandémica y titánica con 11 representaciones de dos títulos que han sido reconocidas en todo el mundo, haciendo una petición casi obligada a su amiga Berta Piñán (así se refirió a la Consejera de Cultura) de más apoyo económico para mantener la ópera de Oviedo y potenciarla, algo que todos entendemos y compartimos desde hace lustros, pues como en educación, la ópera no es un gasto sino una inversión. Pienso que de nuevo sigue siendo el verdadero motor que consigue unificar ideologías e intenciones.
Caería el telón y vendría el segundo acto ya plenamente lírico, como debe ser, sonando impresionante el Intermezzo de «Cavalleria Rusticana» (Mascagni), a cargo de la orquesta integrada en la Fundación Musical Ciudad de Oviedo que comparte y alterna foso desde su fundación con la OSPA, momentos nuevamente para el recuerdo a las temporadas mateínas «hermanadas» con la bilbaína, aquella Muñiz Toca reforzada con los vizcaínos (algunos se quedaron en Oviedo) para en doce días ofrecer una temporada donde cantarían todas las estrellas operísticas del momento (sólo faltó «La Callas»).
En las tablas de nuevo «La Suárez» pasaría a presentarnos la parte más esperada, la musical. Primero «La Bohème» (Puccini) que es el título más representado, y el aria de MimìDonde lieta usci a cargo de Beatriz Díaz, quien al fin debutará este rol en Alicante (aunque figura erróneamente como Beatriz Martínez) para junio de 2023 alcanzando uno de sus sueños como tantas grandes sopranos que han sido «Mussetta con alma de Mimì«. Maravillosa interpretación de nuestra cantante más internacional a quien escucharla siempre es un placer y más sobre las tablas con la orquesta en el foso para darnos una lección de entrega, gusto y emociones.
Si «La Díaz» es la voz de Puccini me envió a la temporada de 1975 con una Freni que me enamoraría poniendo la piel de gallina en ese mismo rol, y que también sería maestra de la allerana, el vídeo recopilatorio de los 75 años parecía mi película personal en el Campoamor, la propia italiana, títulos que sigo recordando y las apuestas de Golijov, la impresionante Diálogo de Carmelitas o la reciente Dama del Alba, auténticos regalos para mi vida melómana que desde hace 14 años reflejo por escrito en mis blogs, desde el primitivo de Blogger© al actual en WordPress©.
Y si Puccini es de los más queridos en Oviedo, Verdi es el más cantado en la ópera ovetense. Muchos recuerdos y emociones con el tenor gijonés Alejandro Roy, a quien conozco desde sus tiempos de estudiante, quien nos brindaría el aria La vita è inferno de «La forza del destino», un derroche vocal, poderoso, dominador de la escena con otro ejemplo para la historia: la pasión juvenil que alcanza el sueño de convertirse en nuestro tenor asturiano de referencia por los mejores teatros del mundo. Voces asturianas hoy representadas por esta pareja, y que acudían a la ópera del Campoamor para encauzar su vida profesional a este mundo único y apasionante. De la larga lista histórica, Díaz y Roy son dos de las voces actuales que siguen triunfando más allá del Pajares.
La hoy presentadora Mª José Suárez nos contaría la historia de la OFIL y su también merecido reconocimiento a su labor, para rematar Beatriz Díaz estos agradecimientos resumidos con tres palabras: Oviedo, Música y Cultura, sin olvidarse de todo el personal del Teatro Campoamor que bien conocen desde dentro, para que sonase con todos en pie y unos solistas únicos el Asturias Patria Querida.
La fiesta continuaría a las 13:30 en las afueras del teatro donde la lluvia no impidió la asistencia de numeroso público para escuchar las nuevas voces líricas, hoy en el Coro Intermezzo, el tenor mierense Gaspar Braña y Marta Arias con el piano Ella Esipovich cantándonos un dúo y arias del rey de la opereta Lehar o la Rusalka de Dvorak
Mañana de reivindicaciones, homenajes y muchas emociones que la ópera logra como nada en este Oviedo capital cultural que seguiré llamando «La Viena española».