Martes 22 de marzo, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo, Sala de Cámara: IX Primavera Barroca –Circuitos CNDM: Per voi ardo. La canción en los libros de vihuela. Carlos Mena (contratenor), Manuel Minguillón (vihuela).
Nuestro Siglo de Oro musical aún esconde muchas obras para seguir disfrutando. El dúo Mena-Minguillón han llevado al disco, con el sello IBS, este patrimonio titulado como el segundo concierto primaveral ovetense, Per voi ardo, obras de cinco de los grandes vihuelistas, más el siempre «actual» Juan del Enzina, una verdadera «playlist» de éxitos para escuchar con dos emes (Maravillosa Música) que ya tienen rodada y en Oviedo volvieron para dejarnos disfrutarla en vivo desde una sala ideal por acústica para estas maravillosas partituras, que escritas casi todas para cuatro voces, también era habitual cantar sólo la voz más aguda (bien explicado por el propio Minguillón en las notas) con las otras tres voces en la propia vihuela, un instrumento tan español como esta pareja de grandes intérpretes en un formato muy cercano. De nuevo la unión de poesía y música en estos madrigales italianos o franceses, también nuestro romancero y villancicos, que pese a estar escritos en el siglo XVI siguen igual de vigentes quinientos años después.
El vitoriano Carlos Mena mantiene su color vocal intacto, esmaltado, que en este repertorio resulta perfecta en su expresión y tesitura, dicción perfecta en todos los idiomas de villanescas o madrigales renacentistas, fraseos sentidos y melodías onomatopéyicas, con el siempre ideal complemento, más que acompañamiento, del madrileño Manuel Minguillón con dos vihuelas (en sol y en mi) de distinta sonoridad como también pudimos comprobar en sus intervenciones solistas, colocadas en cada uno de los compositores, de sonido delicado, cuidado y refinado.
Cinco de los siete cancioneros renacentistas que los vihuelistas españoles transcribieron con mimo para deleite de los cortesanos y reyes hispanos de nuestro «cinquecento», sin olvidarnos de Enzina, un avanzado de su época, al que Mena recreó con su gusto y poderío vocal. Y preciosistas las obras instrumentales con Minguillón, que no solo hizo de profesor explicándonos el origen de este repertorio sino que cada fantasía o tiento tan nuestros, fueron verdadera clase práctica del buen tañer.
El público disfrutó de estos dos músicos, conocidos de los buenos aficionados, como si la sala fuese del «Palacio del Agua» donde recrear esta música con cinco siglos que sigue sonando actual y admirada en esta real capital a la que llamo «La Viena Española», música de nuestro imperio y el mejor patrimonio posible interpretada por esta M al cuadrado (Mena y Minguillón).
Tras una hora que supo a poco, y aunque tengamos el disco para seguir disfrutándolo en su totalidad, todavía nos regalarían la primera folía de Rodrigo Martínez en el Cancionero de Palacio, y el bis de la simpática Madonna mía famme bonna offerta de Willaert que cerraba el programa, además de quedarse un buen rato a firmar autógrafos y conversar con una afición fiel a la mal llamada «Música antigua«, más moderna que nunca.
Programa:
Enríquez de VALDERRÁBANO (ca. 1500-ca. 1557), de Libro de musica de vihuela, intitulado «Silva de sirenas» (1547): «Gloriar mi poss’io, donne«, «Madonna, qual certeza» y «Amor tu sai pur fare«.
Juan del ENZINA (1468-1529): «Una sañosa porfía«, «Todos los bienes del mundo» y «Levanta, Pascual».
Alonso MUDARRA (ca. 1510-1580), de Tres libros de música en cifra para vihuela (1546): «Fantasia I», «Itene a l’ombra» y «O gelosia, d’amanti orribil freno».
Miguel de FUENLLANA (1525-ca. 1605) de Orphénica lyra (1554): «Tiento II», «Quanto sia lieto il giorno», «Il bianco e dolce cigno» y «Quando ti vegio».
Luis de NARVÁEZ (ca. 1505-1552), de Los seys libros del delphín de música para tañer vihuela (1538): «Fantasia», «Mille regretz» y el Romance ‘Paseábase el rey moro‘.
M. de FUENLLANA
de Orphénica lyra (1554): «Madonna per voi ardo» y «Tant que vivray».
Diego PISADOR (ca. 1509-1557)
del Libro de música de vihuela (1552): «Sparsi sparcium», «A quand’a quand’havea», «O bene mio fa, famm’uno favore» y «Madonna mia famme bonna offerta».


















