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Con la música de Corte en Corte

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Sábado 1 de julio, 12:30 horas. 72 Festival de Granada, Monasterio de San Jerónimo, “Cantar y tañer. Sones antiguos y barrocos”: María Espada (soprano), Nereydas, Javier Ulises Illán (director). Senderos del alma, obras de Pergolesi, Galuppi, Corselli, Ugena, Soler y Ferrer. Fotos de Fermín Rodríguez. 

La música italiana ha estado de moda desde el siglo XVIII y en España también merced a los reyes Felipe V, Carlos III y Carlos IV, pues tanto las consortes del primero como el traerse a la Corte muchos de los músicos del momento los segundos, harán que como titula sus notas Ana García Urcola hay “Caminos espirituales entre Italia y España”.

Con un repertorio aunando estas músicas que no pasan de moda sino que siguen siendo actuales y con un público que llenó San Jerónimo, el programa Senderos del alma trajo al grupo de Javier Ulises Illán (Toledo, 1981) con la soprano extremeña María Espada (Mérida, 1969) en un concierto dominical para recogimiento primero, disfrute después, de unas páginas para ello.

Abría Giovanni Battista Pergolesi (1710-1736) y su Salve Regina, una de las obras con el sello inconfundible del italiano, con el “ensemble” adaptado a la soprano emeritense que, en un momento vocal espléndido, nos deleitaron con los cinco números de que consta. Oraciones cantadas con una emisión perfecta, aprovechando la acústica al máximo para no perderse ningún silencio, el maestro Illán llevando la obra entre claroscuros tímbricos donde brillaron todos los instrumentistas, órgano y tiorba necesarios, y la dicción latina de Espada pluscuamperfecta, con los finales en consonante ajustados realzando un latín al alcance de los diletantes.

Tras “reinar” las emociones, el Concerto a quattro nº 3 en re mayor de Baldassare Galuppi (1706-1785), con dos movimientos (Maestoso y Allegro) donde violines y viola unificaban tímbricas y el continuo daba no solo la base armónica sino la fluidez de esta joya instrumental, alternando Minguillón tiorba y guitarra, con Javier Ulises Illán marcando lo justo para que la música fluyese casi sola.

Volvía María Espada con las primeras “lamentaciones” del programa, la de Francisco Corselli (1705-1778) Lamentación segunda de Miércoles Santo en re menor que emergió por el monasterio con todos los matices de una oración, luz en la sombra del texto y vestido instrumental a la medida, acallando incluso los esperados aplausos.

Tras unas palabras explicativas del director toledano sobre las tres lamentaciones para los tres días y la numerología cristiana, Antonio Ugena (c. 1750- c. 1816), alumno de Corselli, y el Andante: De Lamentatione Jeremiæ Prophetæ, de la Primera lamentación de Viernes Santo, en sol menor, oraciones de los Reales Sitios escuchadas en este Monasterio de San Jerónimo bello, histórico, para seguir regocijándonos con la soprano pacense de timbre corpóreo, carnoso, la técnica al servicio de la música y del texto que recrea en cada frase, con una gama de matices amplísima y unos filados que ponen la piel de gallina. «La contención melódica, junto a la elección de tempo lentos y de tonalidades oscuras son rasgos distintivos de estas composiciones con las que se busca acompañar el recogimiento propio de la época de la Pasión» en palabras de Lluís Beltrán y Juan Miguel Illán (responsables del proyecto en el ICCMU de la Complutense madrileña) y recogidas también en las notas al programa. Nereydas y María Espada plasmaron todos esos “senderos del alma”.

Y con la alternancia necesaria para el descanso vocal, de nuevo Galuppi “Il Buranello” con su Grave e adagio y Spiritoso, del Concerto a quattro nº 1 en sol menor, la grandeza del barroco italiano cada vez más contemporáneo por la hondura de la música en una interpretación preciosista del grupo liderado por Illán.

Alfonso Sebastián al clave nos interpretaría una luminosa Sonata en re mayor, R 84 del Padre Antonio Soler (1729-1783), el aire escurialense en el granadino, preparando y uniendo caminos reales y espirituales antes de volver sin violines ni viola con la última Lamentación segunda de Miércoles Santo en sol menor, un “duelo” y dueto entre María Espada y el cello de Guillermo Turina emocionante en musicalidad, sonoridad, fraseo y entendimiento, arropados por un continuo mínimo pero suficiente para revestir de sentimiento esta lamentación de San Lorenzo hasta San Jerónimo.

Al menos la cronología musical permite pasar de la Pasión a la alegría navideña en un momento, y así sucedió con el villancico (compuesto para la mañana de Navidad de 1798) Soy pastorcilla, de Jaime Ferrer (1762-1824), tres movimientos (Andante / Seguidilla / Andante) de aire hispano aunque pudiésemos imaginarnos un belén napolitano de fondo. Del discípulo y sucesor del Padre Soler como Maestro de capilla en El Escorial, Nereydas y María Espada nos volverían a regalar calidad, pasión, rigor, musicalidad y alegría en este cierre de concierto, “perfecta suma de espiritualidad, tradición española y gusto italiano” como finaliza sus notas la profesora García Urcola.

Aprovechando la complicidad de estos intérpretes, dejando atrás lo religioso pero apostando por nuestra música que todos tienen muy trabajada, la propina con María Espada cantándonos el aria Llegar ninguno intente de la ópera “Iphigenia en Tracia” de José de Nebra (1702-1768), esplendor vocal, ornamentaciones claras, color homogéneo en toda la extensión y el ropaje a medida de Nereydas.

No había forma de parar los aplausos y un segundo regalo retomando a Bárbara de Braganza y Doménico Scarlatti, el último proyecto con sus arias favoritas, “El libro secreto” que estos mismos intérpretes han grabado recientemente, rescatando estas músicas gracias al propio Javier Ulises IIlán y Sara Erro. Dedicatoria al siempre recordado Eduardo Torrico (1958-2023) y el aria Deh, se pietà pur senti de la ópera “Mario in Numidia” de Rinaldo Di Capua (1705-1780), regia desde la Corte vocal de Espada con la nobleza de Nereydas.

Nereydas

Ricart Renart y Leonor de Lera, violines – Lola Fernández, viola – Guillermo Turina, violonchelo – Ismael Campanero, contrabajo – Alfonso Sebastián, tecla – Manuel Minguillón, cuerda pulsada – Javier Ulises Illán, dirección.

María Espada, soprano.

Yo confieso ante dios Bach

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Viernes 30 de junio, 22:00 horas. 72 Festival de Granada, Patio Colegio Mayor Santa Cruz la Real, “Solo Bach”: Orquesta Barroca de Sevilla (OBS), Giovanni Antonini (director). Johann Sebastian Bach (1685-1750): Suites orquestales.

Décimo día de festival y no hay mejor fiesta que la música de Bach que sigue sonando en Granada, esta vez desde “mi casa colegial” con la OBS más el artista residente de esta septuagésima edición el italiano Giovanni Antonini (Milán, 1965) para disfrutar de las cuatro suites orquestales de “Mein Gott”.

Del flautista y director milanés su biografía completa una lista del llamado “historicismo musical” que en este festival está bien representado como vamos comprobando. El fundador de Il Giardino Armonico hace casi cuatro décadas, tiene ya su lugar propio en la recuperación y grabación no solo de lo más destacado del barroco italiano sino que Bach ha pasado a ser otro referente en su ya larga trayectoria, sin olvidarse de “los clásicos” Haydn y Mozart, aunque para este ciclo granadino las suites del cantor han sido las protagonistas con la OBS, curtida en estos repertorios con la gran violinista Lina Tur Bonet de concertino, tándem con Antonini para conseguir el entendimiento necesario en los cuatro monumentos que son las ya populares suites bachianas, y ya interpretadas el pasado año, por lo que el rodaje estaba más que hecho, aunque nunca hay nada igual.

Sin entrar a analizar cada una de las cuatro Suites BWV 1066 a BWV 1069, pues ya se encarga de ello Enrique Martínez Miura en las notas al programa, más que colección de danzas son obras de concierto, y así las entendió Antonini con la OBS (aunque no sea Il Giardino).

En la Suite orquestal nº 1 en do mayor, BWV 1066 pudimos encontrar todos los recursos barrocos de pregunta y respuesta, contrastes en tempi, siempre “apretando” (Forlane bien agitada) y exigiendo a la orquesta, de ritmos, y especialmente los cambios dinámicos que optó el milanés por los súbitos no en las respuestas sino a mitad de la pregunta, con frases más ricas en buen balance entre las secciones. Impecables las lengüetas con el fagot siempre preciso y claro, sin olvidarme del clave con ornamentaciones perladas.

La Suite orquestal nº 2 en si menor, BWV 1067, casi un concierto de trasverso en el que Bach también era un virtuoso, nuevamente jugando con los contrastes y dando la presencia no siempre al máximo del solista Rafael Ruibérriz de Torres, auténtico protagonista «examinado» por el maestro, virtuosismo que va creciendo a lo largo de los siete números, con agilidades por momentos imperceptibles por la búsqueda de una sonoridad más global y homogénea, pero brindándonos la conocida Badinerie final plena de buen gusto, ornamentos perfectos, cromatismos y la aportación bien llevada por Antonini y la OBS, con los cambios de ubicación de la cuerda lógicos en esta segunda suite.

Un descanso para volver a templar instrumentos y ampliar la plantilla con metales y timbales para la Suite orquestal nº 3 en re mayor, BWV 1068, tras las dos primeras más introspectivas pese a números más espontáneos, la tímbrica y “rearme” de los números nos traen lo mejor de “Dios Bach”, con la conocida Air para disfrutar de una cuerda aterciopelada con Lina Tur Bonet “cantándonos” el solo con respuesta bien empastada y disfrutando del clave tan necesario para una textura tan barroca como bella.

Y se hizo la luz, la luna reinaba sobre el claustro del Colegio Mayor Santa Cruz La Real, con la Suite orquestal nº 4 en re mayor, BWV 1069 y toda la OBS (sumándose un tercer oboe), manteniendo la tonalidad de la tercera pero con la agrupación instrumental de trompetas a trío, bien templadas con los timbales sin ensuciar y con el balance perfecto, las lengüetas compartiendo protagonismo, y la cuerda con el continuo, tempi con ritmos casi extremos, Antonini exigiendo y la orquesta respondiendo. Aires de danzas elegantes y tutti rotundos hasta la explosión de la Réjouissance final (que bisarían), imperial, clausura perfecta de un concierto donde la música de Bach fluye limpia, con los músicos escuchándose y el director marcando lo preciso para dejarles “respirar” en cada número, danzable o concertístico, pues las cuatro construcciones combinan conceptos, instrumentos, aires, historias y sentimientos.

Numerosos acólitos que «creemos en un solo Bach» y acudimos a estos regalos que los distintos apóstoles van predicando por Granada. Nos hacemos preguntas y encontramos respuestas, aunque también las damos sin pedírnoslas. Al menos nunca perdemos la fe, y con los años los bachianos fortalecemos nuestra creencia.

Y sábado donde peregrinaremos a escuchar al profeta Koopman desde el órgano de la Parroquia de Nuestro Salvador, pero como todo sábado granadino habrá “misa matutina” en San Jerónimo. Que Dios Bach nos de fuerzas para seguir contándolo: Yo confieso ante Bach todopoderoso que he pecado…

Orquesta Barroca de Sevilla (OBS)

Violines primeros:
Lina Tur Bonet (concertino) – Miguel Romero – Víctor Martínez – Valentín Sánchez – Nacho Ábalos

Violines segundos:
Leo Rossi – Raquel Batalloso – Antonio Almela – Rafael Muñoz-Torrero

Violas:
José Manuel Navarro – Kepa Artetxe – Carmen Moreno

Violonchelos:
Mercedes Ruiz – Aldo Mata
Contrabajo:
Ventura Rico

Clave:
Alejandro Casal

Flauta:
Rafael Ruibérriz de Torres

Oboes:
Jacobo Díaz – José Manuel Cuadrado – Valle González

Fagot:
Javier Zafra

Trompetas:
Jonathan Pia – Ricard Casañ – César Navarro

Timbales:
José Tur

Director:
Giovanni Antonini.

PROGRAMA

Johann Sebastian Bach (1685-1750):

Suite orquestal nº 1 en do mayor, BWV 1066:

Ouverture / Courante / Gavotte I & II / Forlane / Menuett I & II / Bourrée I & II / Passepied I & II

Suite orquestal nº 2 en si menor, BWV 1067:

Ouverture / Rondeau / Sarabande / Bourrée I & II / Polonaise & Double / Menuett / Badinerie

Suite orquestal nº 3 en re mayor, BWV 1068:

Ouverture / Air / Gavotte I & II / Bourrée / Gigue

Suite orquestal nº 4 en re mayor, BWV 1069:

Ouverture / Bourrée I & II / Gavotte / Menuett I & II / Réjouissance